jueves, 17 de enero de 2013

DIALOGOS SOCRÁTICOS DEL SIGLO XXI: CULTURA, ECONOMIA Y ESTADO



Luis: Hola Pedro

Pedro: Hola Luis. ¿ Cómo estás?

Luis: Muy bien, ya sabes que el campo me sienta perfectamente y acabo de pasar tres días en un pequeño pueblo de la sierra valenciana del Caroig, en contacto con la naturaleza, lejos de ese ir y venir diario y estresante de la ciudad.

Pedro: Los paseos por el campo son el contrapunto del ajetreo en que nos vemos envueltos en el intento individualista de solucionar los problemas inherentes a la vida humana. La naturaleza proporciona la ocasión de tomar contacto con la esencia de la existencia. Descubrimos la sencillez de la vida y consecuentemente hasta qué punto muchas de las necesidades que nos hemos creado son innecesarias. Pero dime Luis ¿ qué te trae hoy por aquí?

Luis: Hace días que no dialogábamos y vengo dispuesto a tratar contigo, si dispones de un poco de tiempo, un tema que creo importante.

Pedro: Ya sabes que siempre hay tiempo para los amigos y además el diálogo es una ocasión de enriquecimiento mutuo que no voy a dejar pasar. ¿ Cuál es el tema que quieres tratar?

Luis: No sabría definirlo bien a causa de las profundas interrelaciones existentes entre estos dos conceptos: el de la cultura y el del estado.

Pedro. No son la misma cosa.

Luis: Sí ya sé. No son ni mucho menos la misma cosa. El estado es una organización de carácter político sobre la base de un territorio, mientras que cultura es un concepto más amplio que indica una forma común de entender la vida, las relaciones entre las personas y la adaptación al medio circundante en donde está ubicada esa cultura. A veces varios estados forman parte de una misma cultura. En otras ocasiones son varias culturas las que forman parte de un único estado. Las sociedades que se consideran pertenecientes a una misma cultura quieren remarcar el elemento común frente los elementos diferenciadores.

Pedro: Así es. Sin embargo el hecho de formar parte de un estado nada tiene que ver con esa búsqueda de lo común entre culturas diferentes. Eso son atribuciones que los estados se hacen a sí mismos para legitimarse, pero en realidad destruyen la cultura o culturas que pudieran haberse formado con anterioridad a que se trazaran las fronteras del territorio del estado. Como bien dices, el estado, es una organización política, a lo que hay que añadir, y básicamente militar.

Luis: ¿ Cómo puede ser?

Pedro: La aparición de los estados coincide históricamente con la aparición de los grandes ejércitos e imperios sobre la tierra y esto es a su vez fue consecuencia de los cambios profundos que hubieron en la forma de entender el comercio, la economía, las relaciones personales y las relaciones sociales. Desde que se dejaron de documentar las transacciones económicas en los intercambios de bienes entre individuos y grupos, los ejércitos se hicieron todopoderosos y las sociedades se militarizaron de inmediato dando lugar al nacimiento de los estados. De esto hace ya muchos siglos.


Luis: La verdad, no acabo de entender lo que comentas. ¿ Qué tienen que ver los intercambios ,es decir el mercado, con el nacimiento de los estados?.

Pedro: Con la escritura, nació la posibilidad de registrar las transacciones económicas,lo que se hizo de inmediato pues estos registros suponían una serie de ventajas para los intercambios de bienes entre las personas. Así por ejemplo, cuando se producían reclamaciones se podía atender la demanda de ellas. También se hizo posible la contabilidad de los bienes intercambiados,lo que resultó ventajoso para la economía de la comunidad. De hecho en Asiria se inició una ciencia económica que posteriormente, cuando se dejaron de registrar las transacciones de bienes en su conjunto, se convirtió en una pseudociencia para provecho de una oligarquía, hasta el día de hoy.

Luis: No lo sabía. Es interesante lo que dices. Por favor prosigue.

Pedro: Mientras se documentó el mercado y de alguna manera funcionaba la justicia las ciudades no eran demasiado grandes, tenían un territorio más o menos acorde con sus habitantes y sus ejércitos eran prácticamente defensivos, pues ninguna de ellas tenía suficiente fuerza aún queriéndolo, para imponerse a las demás. Sin embargo, cuando se dejaron de registrar las transacciones económicas por las razones que luego explicaré y cambió el concepto del dinero y consecuentemente el mercado, se hizo posible la acumulación de riquezas y poder. Aparecieron entonces los imperios devoradores de ciudades y naciones. Los imperios han ido surgiendo y despareciendo a lo largo del a historia bien por colapso interno, bien porque otros imperios los han destruido. Los estados han sido y son los residuos de los imperios. Aún hoy día se permite su existencia siempre que rindan vasallaje a los actuales imperios dominantes.

Luis: Yo tenía entendido que los estados se formaban libremente por pactos de mutua defensa de unas sociedades frente a otras.

Pedro: Aunque esto también es cierto y ha habido estados cuyo origen es el que señalas, la mayoría simplemente son fruto de la descomposición de un imperio. Por tanto, el hecho de que los estados sean organizaciones de carácter militar, como por supuesto lo han sido y lo son los imperios, hace que tengan una dinámica y unas características propias en torno a lo militar.

Luis: Pero antes de seguir, te ruego Pedro, que me expliques qué has querido decir con aquello de “ desde que se dejaron de registrar las transacciones económicas las sociedades se militarizaron de inmediato y nacieron los estados”

Pedro: Sí claro. La razón está en que mientras se documentaban las transacciones económicas, como he comentado, dabas una posibilidad al funcionamiento de la justicia. Si lo que se intercambiaba era algo nocivo para la comunidad o para alguna de las personas que formaban parte de la misma, el registro constituía una prueba para la justicia, el hecho no quedaba impune y se podía cambiar la conducta improcedente.

Luis: Comprendo. Así pues si alguien engañaba , daba un producto en malas condiciones o se aprovechaba de alguna persona más débil, siempre se podía presentar el documento como prueba de su conducta reprochable.

Pedro: La economía y la justicia no estaban separadas como lo están en el presente.

Luis: Realmente, hoy día, la justicia lo tiene difícil para conseguir este tipo de pruebas. En este sentido, podemos decir que no hay justicia

Pedro: La vida social es global y las conductas para ser realmente humanas han de estar integradas. Sigamos. Una consecuencia inmediata del registro del comercio entonces existente fue la invención de lo que hoy día entendemos por dinero.

Luis ¿ Se inventó el dinero?

Pedro: Fue un proceso relativamente rápido y sencillo. Del registro de las transacciones se pasó a registrar el haber y el debe de cada individuo que intercambiaba bienes con sus semejantes. Es decir, se descubrió la posibilidad de disponer una especie de cuenta que más tarde se llamó bancaria, con el consiguiente “ poder de compra” si en tu registro habías dado más de lo que habías recibido.

Luis: ¿ Así de sencillo?

Pedro: La cosa no quedó ahí. Los escribas y sacerdotes que custodiaban los registros o documentos de intercambio de bienes se dieron cuenta de que simplemente con un apunte en una determinado registro personal ese hombre o mujer aumentaba su “poder de compra” o dinero y podía adquirir bienes por encima de lo que hasta entonces le habían permitido los intercambios reales realizados. Así nació el crédito.

Luis: Y por lo que veo también la apropiación del dinero, pues es fácil pensar que quienes tenían acceso a los registros podían fácilmente hacer apuntes a su favor o al de sus familiares y amigos.

Pedro: Efectivamente, la diferencia entre crédito y apropiación del dinero está en que en el primer caso tienes que devolver el dinero tomado y en el segundo no.

Luis: Pero parece claro que en el caso de que no devuelvas el dinero distorsionas la economía de la comunidad pues habría más “poder de compra” de lo que realmente hay, es decir ,de lo que generalmente se produce e intercambia en la comunidad.

Pedro: Efectivamente, creas inflación la cual no es sino el azote de los pobres, pues los precios suben al haber más dinero del que es estrictamente necesario para la economía básica llamada también economía real, es decir para producir e intercambiar bienes exclusivamente. Pero piensa que dado que había un registro, aunque alguien aumentara “ su poder de compra” artificialmente, es decir, creara dinero como apropiación , podía descubrirse el hecho económico delictivo.

Luis: Siempre y cuando no se camuflara en el montón de transacciones que se producirían, me imagino, cada día en aquellas ciudades postneolíticas que empezaban a tener miles de habitantes.

Pedro: Así es. Bien porque las transacciones aumentaron de manera exponencial y no se pudieran registrarlas todas, bien porque con la economía nació la ciencia del engaño o quizás porque se prefirieron los metales, especialmente el oro como moneda de cambio, el caso es que los intercambios dejaron de registrarse y la moneda que hasta entonces había sido una tableta de barro cocido donde constaba el intercambio, pasó a hacerse de metal y anónima y el comercio creció de espaldas a la justicia. El dinero, a partir de entonces, se convirtió en un instrumento idóneo para todo tipo de desmanes y delitos sociales hasta el día de hoy.

Luis: Y con ello, me imagino, en instrumento de destrucción de las relaciones sociales igualitarias.

Pedro: Efectivamente, es lo más grave, pues llevó a la destrucción de la sociedad humana en su conjunto. Porque ¿ qué sociedad es posible si unos seres humanos dominan y esclavizan a otros seres humanos?

Luis: ¿ Pero qué tiene ver, amigo Pedro, todo esto con el estado?

Pedro: Una vez generalizada la moneda metálica, principalmente de oro, como moneda anónima que era y es, se pudo utilizar para cualquier tipo de transacción incluido lo que hasta entonces no había estado permitido desde el punto de vista social. ¿ Y qué es lo peor que puede hacer un ser humano con el dinero?

Luis: No sé. Quizás dar rienda suelta a su ambición acaparando monedas y con ellas bienes. Quizás hacer padecer hambre a sus semejantes al no dejar circular el dinero o especular con él. Quizás destruir los bienes comunales y convertirlos todos ellos en propiedad privada.

Pedro: Algo todavía más grave: comprar a un semejante. O lo que es lo mismo, convertirlo en una mercancía, degradarlo y cosificarlo.

Luís: Que por lo visto es lo que ocurrió ¿no?

Pedro: Desde el preciso momento en que unos seres humanos pudieron comprar a otros se destruyó el equilibrio de una sociedad verdaderamente humana y sus instituciones de carácter igualitario empezaron a desaparecer. A cambio se crearon instituciones basadas en la posibilidad de dicha compra : el ejército, el trabajo asalariado, la esclavitud,etc.

Luis: ¿ Quieres decir que las cosas hubieran podido ser de otra manera y haber vivido de modo más igualitario ?

Pedro: Por supuesto. Más aún, mientras no restablezcamos una forma de convivencia en que las personas dejemos de tratarnos los unos a los otros cono objetos, trato que se ha generalizado en la sociedad moderna hasta la exasperación, no conseguiremos sacudirnos las lacras con las que malvivimos entre las que se encuentran las guerras y demás enfermedades sociales que a su vez incluyen cientos de desequilibrios psicológicos personales, como tenemos ocasión de constatar cada día.

Luis: Así pues, los imperios y los estados con su organización político-militar sustituyeron a las organizaciones humanas existentes hasta el momento y ésto fue a su vez consecuencia de la extensión de la posibilidad de compra a los seres humanos.

Pedro : No creo que sea difícil de entender. En cuanto empezó a circular la moneda anónima de metal se empezó igualmente a necesitar oro, oro que había que tomar de los demás o que había que extraer de las entrañas de la tierra. Creció de manera exponencial la rapiña y surgió la esclavitud dentro de la ciudad y también fuera de ella como derecho de conquista. Es por ello que se desarrollaron con relativa rapidez los imperios. La ciudad que se hizo más poderosa , creció por encima de lo que era natural y extendió su dominio al resto de ciudades que habían permanecido más o menos autónomas gracias al desarrollo de su economía transparente. Las ciudades que más oro acumulaban se podían lanzar contra el resto de ciudades vecinas creando ejércitos propios o mercenarios y especialmente comprando lealtades de los defensores de otras ciudades. El círculo vicioso entre crecimiento, institución militar y esclavitud no había hecho sino empezar.

Luis: Debió ser como en un sunami. Una ciudad tras otra se debieron ver obligadas a armarse hasta los dientes. Siempre me había preguntado cómo en edades tan remotas, con unos medios de transportes tan precarios y una tecnología tan rudimentaria se podían haber creado imperios tan vastos, en periodos de tiempo tan cortos.

Pedro: Pues ahora tienes la respuesta. El fenómeno iniciado entonces ha llegado hasta la sociedad moderna. La posibilidad de comprar personas a través del dinero tiene dos grandes consecuencias: la corrupción y dominio de la sociedad por una oligarquía que no hace sino degradar a las personas para mantener su poder sobre la mayoría.

Luis: Oligarquía que nos lleva a vivir según su manera de pensar. ¿ No es una locura?

Pedro : Me atrevería a decir que una doble locura, pues se trata de personas ambiciosas y desequilibradas quienes dirigen nuestras vidas.Hace tiempo que las oligarquías mundiales seleccionan criminales para las llamadas políticas de estado. El ejemplo más claro fue Hitler aupado por las oligarquías financieras europeas y norteamericana para controlar al pueblo alemán, soliviantado por una crisis económica de consecuencias imprevisibles. El problema es que vivimos tiempos parejos. Con el inconveniente de que este tipo de locuras se han agravado hasta el punto de poner al límite la superviviencia del planeta.

Luis: Estamos enfermando de puro estrés y agotamiento.

Pedro: El siguiente paso a los cambios que hemos comentado fue la aparición de los estados “nacionales”. Aunque un imperio desaparezca, si continúa la posibilidad de compra del ser humano o bien surgirá un nuevo imperio o bien el imperio decadente se fraccionará en diferente estados que seguirán la misma lógica militar de dominio y sometimiento. Incluso, si debido al colapso del imperio y la desaparición de su aparato militar y represivo, resurgieran comunidades igualitarias, si no ha desaparecido la posibilidad de compra del ser humano, el estado se abrirá paso de nuevo. En este caso primero surgirán pequeños ejércitos defensivos que se convertirán en ofensivos por efecto de la moneda anónima. A continuación doblegarán la voluntad de los habitantes de un territorio determinado y finalmente, cuando adquieran el tamaño y poder suficiente, crearán jefaturas militares y nombrarán a un rey como cabeza visible y jefe del alto estado mayor. Luego, el estado más poderoso de la zona dominará al resto. Como ese mismo proceso se estará dando en otros territorios del viejo imperio, se crearán alianzas militares para “ la defensa mutua” y se iniciará un nuevo ciclo de dominio sobre las sociedades más débiles en el interior del imperio en decadencia. No es necesario extenderse. Creo que cualquiera puede seguir la pista del nacimiento, crecimiento y colapso de cuantos imperios y estados han conformado el actual mapa internacional.

Luis: Veo, por lo que dices, que el estado y el ejército están estrechamente relacionados desde su origen.

Pedro: Son lo mismo. Desde el origen la razón de estado es una razón militar. La organización del estado, a pesar de las apariencias “ democráticas”, sigue un modelo militar. Las sociedades actuales forman casi en su totalidad parte de alguno de los estados existentes. Bien por vía de dominio, bien como búsqueda de apoyo en la defensa con el más fuerte, los estados crean alianzas militares que a su vez no permiten la neutralidad. Así el problema de unos poco, una oligarquía que necesita de los ejércitos para su supervivencia y solucionar sus problemas,. se ha convertido el problema de todos los seres humanos. Al principio eran los reyes quienes hacían la guerra a través de ejércitos mercenarios pero hoy día son los bloques geoestratégicos, conjuntos de estados o imperios quienes nos arrastran a las guerras, haciéndonos creer que se trata de defender culturas.

Luis: ¿A quién interesa esa confusión?

Pedro: Por supuesto a los estados que tratan así de disimular su organización jerárquica y militar. Mezclando la noción de estado con la de cultura se da la sensación de que existe libertad dentro de las fronteras establecidas y se justifica la guerra como defensa de dicha libertad. Pero la cultura es una realidad basada en la creatividad y la libertad de las personas, por tanto contraria al estado.

Luis: Entiendo. Por eso hoy tenemos la imagen equivocada de que cada bloque geoestratégico se ha estructurado en torno a una cultura.

Pedro. Sin embargo, bloque geoestratégico es sinónimo de imperio, es decir, complejo financiero-industrial-militar.

Luis: Y siguiendo tu manera de pensar ,una consecuencia más de la economía basada en el dinero anónimo con el que se siguen pagando ejércitos y sometiendo a los humanos a todo tipo de vejaciones.

Pedro: Veo que lo has entendido perfectamente. Cada imperio histórico y por lo mismo cada bloque geoestratégico actual es una consecuencia directa la imposibilidad de ejercer la justicia.

Luis: ¿ Pero qué pasa con la creatividad? ¿ No es el ser humano por naturaleza creativo? ¿ No se podría a través de la creatividad regenerar la sociedad, mejorar la convivencia entre los seres humanos y solucionar definitivamente el problema de los imperios, los estados y la guerra?

Pedro: Las culturas propias de las sociedades con estado son muy diferentes de las culturas de las sociedades anteriores a la aparición del estado y de las pocas que actualmente quedan sin pertenecer a estado alguno. Es necesario tenerlo muy en cuenta pues en ocasiones empleamos los mismos términos para nombrar realidades totalmente diferentes, por no tener en cuenta el contexto y momento histórico. Así ocurre por ejemplo con el concepto de cristianismo original igualitario y el posterior concepto de cristianismo jerárquico y militar, propio del imperio romano a partir de Constantino. Del mismo modo los conceptos de religión, filosofía, economía, arte, etc. están siendo utilizados descontextualizados y con significados claramente diferentes según el interés de quienes están en el poder que a su vez detentan el control de los medios de comunicación. Uno de los signos más terrible de nuestro tiempo. Esta confusión de conceptos dificulta en último término la comunicación y dificulta la convivencia humana. Muchas culturas se diferenciaron en un momento histórico anterior a la formación de los estados. Les interesa decir que “ respetan” y “ potencian” esas culturas, pero no es así sino todo lo contrario. Porque ¿ qué tipo de creatividad puede haber en una sociedad sometida? ¿ Qué tiene que ver la creatividad humana con el trabajo asalariado, la esclavitud y el ejército?

Luis: Supongo que nada, por lo que llevamos razonado.

Pedro : Las culturas que coexisten en el marco de un estado se homogeneizan por la presión del estado que trata de anular las diferencias. Por otro lado, dado que el denominador común de los estados es su organización jerárquica siguiendo criterios militares, tenemos que las sociedades que forman parte del estado y las culturas correspondientes son doblemente presionadas hacia la homogeneización, desde el interior del estado y desde el exterior , por el juego de los bloques geoestratégicos.

Luis: Entonces, puesto que el mundo actual está fraccionado en estados, tendríamos que concluir que caminamos hacia una especie de organización con pensamiento único.

Pedro: Pensamiento único, convivencia jerarquizada y organización militar. La diversidad propia de la cultural, como hemos comentado, está reñida con la organización estatal. El pensamiento único además de un empobrecimiento cultural, ahoga la creatividad. El modelo que siguen las sociedades con estado es contrario a la libertad e impide que se desarrollen nuevas formas de vivir, de organizar las relaciones humanas y de responder a los estímulos ambientales cambiantes . Con pocas palabras, ponen en riesgo la capacidad de adaptación de la raza humana.

Luis: Lo que comentas parece bastante radical. Tú sugieres que todos los estados son opresores de cuantas personas están incluidas en su marco de acción o dominio. Pero siempre se nos ha dicho que existen estados democráticos y estados autoritarios o antidemocráticos.

Pedro: Juzga tu mismo. Si la organización básica del estado es la defensa armada los estados son semejantes en lo fundamental y diferentes en lo accidental. En lo fundamental son milicia, por tanto no puede haber democracia.

Luis: Pero quizás la defensa armada no sea la organización básica del estado, sino sea, por ejemplo, la justicia o la defensa de la convivencia en libertad de las personas que forman parte de dicho estado.

Pedro. Esa es una definición del estado teórica, y en la teoría caben muchas versiones, pero desde el punto de vista práctico la organización militar tiene necesariamente que dominar al estado puesto que son ellos quienes al tener las armas, tienen la prerrogativa de vida o muerte sobre los ciudadanos. Los estados llamados democráticos tienen un parlamento, un gobierno y un sistema judicial que dicen ser independientes pero quien de verdad gobierna, por supuesto en la sombra, es la junta de jefes del alto estado mayor.

Luis: Insisto en que siempre se nos ha dicho que en un estado democrático, considerado a su vez un estado de derecho, los militares están sometidos a la sociedad civil y son los representantes de ésta, libremente elegidos, los que conforman el parlamento y el gobierno. Según esta lógica, las instituciones llamadas democráticas detentan el poder emanado directamente del pueblo, por encima de la milicia que cumpliría así exclusivamente el mandato constitucional de defender la integridad del territorio nacional. La facultad de vida y muerte sobre los ciudadanos la tendría la sociedad civil a través del tercer poder del estado, el sistema judicial. Sólo en el caso de las dictaduras, los de jefes militares del alto estado mayor detentarían el poder. Por supuesto es sólo en este caso cuando se considera que los gobiernos y los parlamentos no son democráticos por estar sometidos al ordenamiento militar.

Pedro: Mientras existan las juntas de jefes militares, cualquier político, por muy elegido por el pueblo que lo haya sido dependerá de las mismas. Nadie puede gobernar desarmado rodeado de personas armadas.

Luis. No lo había pensado, pero es evidente. No actuarían con libertad.

Pedro: Insisto: las personas desarmadas no son libres mientras existan personas armadas a su alrededor. Por tanto, en la práctica ni somo libres los ciudadanos que vivimos en el territorio de un estado ni los políticos que dicen representarnos y nos gobiernan. Y la judicatura no es una excepción.

Luis: Parece claro que de ser personas libres serían eliminados inmediatamente de la judicatura y de la política. La necesidad de defensa pone al ser humano en una situación paradójica. O se es libre estando todos armados o se es libre renunciando todos a las armas.

Pedro: ¿ Y tú que piensas?

Luis. Que hoy por hoy ninguna de las dos cosas parecen posibles.

Pedro. La verdadera libertad se ejerce en el ámbito de una sociedad justa e igualitaria y esto sólo ocurre cuando deja de existir el dominio de unas personas sobre otras. La necesidad de defensa armada trae como consecuencia inevitable la esclavitud. Si todos estamos armados, que es de hecho lo que ocurre en la actualidad, se crea y alimenta el complejo financiero-industrial-armamentista y con él el dominio de unos seres humanos sobre otros. Tener un arma poderosa lleva de inmediato al sometimiento del resto de seres humanos. Por tanto es mejor estar todos desarmados. Ahora bien no se nos oculta la dificultad, pues para proceder al desarme han desaparecer al mismo tiempo las relaciones de dominio, es decir, el generalizado trato de compraventa de seres humanos.

Luis: ¿ No existe entonces ninguna posibilidad de tener un ejército exclusivamente defensivo?

Pedro: La defensa es una función necesaria y por tanto un deber para los individuos y para la sociedad. De hecho es posible una defensa del individuo y de la sociedad sin ejercer dominio. Se trata de lo que en los ámbitos pacifistas se llama defensa no-violenta, con otras palabras la que tiene lugar sin armas. Es la mejor defensa y la más eficaz porque carece de efectos secundarios.

Luis:¿ No parece una utopía lo que acabas de decir ?

Pedro. Utopía es todo lo que decimos a cerca de la sociedad justa, igualitaria y pacífica. Pero de la misma manera que hemos conocido el origen del militarismo, podemos atisbar su final con la desaparición del estado y de mano de un cambio económico producido por la invención de un tipo de dinero con el que ya no se pueda comprar, vender y someter a las personas. Utopía es pensar que puede haber paz, convivencia sana y justicia en un mundo donde el ser humano puede ser comprado, como si de un objeto se tratara.

Luis: ¿Así, siguiendo tu razonamiento, cuando el concepto del dinero cambie de nuevo y ya no pueda ser utilizado para comprar personas, entonces la defensa volverá a ser no-violenta?

Pedro. Contestaré a tu pregunta más adelante. Mantengamos ahora nuestra reflexión sobre el hecho de que sus instituciones, llamadas en muchos casos democráticas, en realidad giran en torno a la razón militar de estado.

Luis: Está claro, si los estados funcionan según dictámenes de carácter militar, la diferencia entre una dictadura militar y una democracia parlamentaria se diluye y es sólo cuestión de grado.

Pedro: Eso es. La fuerza militar siempre es dominante respecto a la sociedad desarmada y donde hay dominación no hay democracia. Hablar de que ahora tenemos una democracia y no una dictadura es una manera de tener entretenida a una generación. La historia de la humanidad a largo plazo es una alternancia continua entre democracias y dictaduras o si se quiere entre monarquías y repúblicas, pero ambas por desgracia tienen un denominador común por el momento: una economía inhumana. Es lógico pues, que cuando conviene dar un golpe de estado se dé con descaro y cuando conviene ocultar el papel del ejército en la organización del estado, porque ya no es popular, se realice “ una transición hacia la democracia”.

Luis: Pero algunas monarquías duran ya muchos siglos y algunas repúblicas también .

Pedro: Es cuestión de tiempo y de la capacidad de engaño por parte de la oligarquía dominante. Hay quien sabe esconder a la perfección una dictadura dentro de una democracia formal. En este caso no se observará ni la alternancia. Mientras estemos entretenidos en creer que vivimos en democracia y que nuestros enemigos viven en dictaduras o viceversa, no abordamos el verdadero problema de cambiar las relaciones internacionales cambiando a su vez el sistema económico y social. Es por supuesto lo que pretenden las oligarquías ya que su situación de privilegio y los réditos obtenidos se siguen del mal funcionamiento de la economía y la justicia así como de la organización de la sociedad en estados.

Luis: La verdad es que siempre presentan “ su” solución económica a los problemas de la humanidad como si fuera la “nuestra”. Y en esto son muy eficaces.

Pedro: Por supuesto, pero no sólo “ su” solución económica sino también “su” manera de intentar erradicar la pobreza en el mundo, de llevar adelante el control de la natalidad, de tratar las relaciones familiares, la diferenciación de roles entre hombres y mujeres, etc. Para entender este tipo de eficacia hay que tener en cuenta, sobre todo, el férreo control existente de los medios de comunicación con los que se desvía la atención de los problemas creados y se ocultan los ilegítimos instrumentos económicos utilizados.

Luis: ¿ A qué instrumentos económicos te refieres?

Pedro: En primer lugar el control de la acuñación de las diferentes monedas existentes en el mundo por por parte de las oligarquías a través de los llamados bancos centrales. Hace tiempo que los reyes y gobiernos republicanos cedieron el derecho a la acuñación de moneda, presionados por las deudas, consecuencia a su vez de las continuas guerras. Al estado se le ha dejado simplemente emisión de títulos de deuda púbica. Si el estado quiere recibir moneda de los bancos centrales que son en la mayoría de los casos bancos mixtos cuando no totalmente privados, debe emitir deuda.

Luis: ¿Quieres decir que el banco de Inglaterra, la Reserva Federal Norteamericana o el BCE son bancos privados?

Pedro: Sí, a pesar del nombre. Ellos son los que mayoritariamente compran y venden la deuda de los estados para beneficio de sus accionistas propietarios. Controlan también así al el resto de los bancos y entidades financieras y a través de ellos a la economía global. Los bancos centrales juegan con un capital privado que hacen creer que es público del que extraen ingentes beneficios. Teóricamente están controlados por los gobiernos a través del presidente gobernador del banco central y una serie de leyes emitidas por el parlamento pero esas leyes se han cambiado cuantas veces ha sido necesario para provecho de esa oligarquía mundial que los controla. Te puedes imaginar la distancia que hay de la teoría a la práctica. De hecho los propietarios de casi todos los bancos centrales pertenecen a familias de financieros internacionales estrechamente relacionadas entre sí como los Roschild, los JP Morgan, los Rokefeller, etc.

Luis: Ya veo que es poco probable que prevalezcan los intereses de la sociedad y que en lo económico ni siquiera el estado tiene el control de las decisiones más importantes.

Pedro. Efectivamente. ¿ Acaso no has oído hablar de la necesaria “ independencia” del banco central en su toma de decisiones? En cualquier caso las implicaciones entre las juntas militares de los estados, la élite política del mismo y los financieros internacionales, propietarios de los bancos centrales, son decisivas y en muchos casos existen de por medio relaciones familiares.

Luis. Ya veo.

Pedro: Como acabamos de comentar, el derecho de acuñación de moneda pasó de los reyes a los goldmasters renacentistas, el equivalente a los banqueros internacionales actuales. En algunos casos como en EEUU que con motivo de su independencia de Inglaterra y consecuentemente del Banco de Inglaterra, volvieron a acuñar durante un par de siglos. Crearon así un imperio económico, pero acabaron finalmente por pasar la acuñación de nuevo, vía corrupción del parlamento y la clase política, a los financieros internacionales cuyos principales negocios giran en torno a los estados y las guerras entre los mismos. Así pues son ellos quienes toman principalmente las decisiones sobre la emisión de moneda a nivel estatal e internacional y son los principales acumuladores y propietarios de oro en la actualidad, especialmente desde que las monedas dejaron de utilizar el patrón oro.

Luis: ¿ Dónde está entonces ese oro que sirvió durante siglos como apoyo a la emisión de moneda?

Pedro. Parece un misterio. Es éste un tema para otra conversación. Ahora sigamos con la emisión de moneda. Hemos comentado que los estados para financiarse emiten deuda pública y a cambio reciben dinero que han de devolver a través de impuestos a los ciudadanos. Una manera de responsabilizar a la sociedad civil de las políticas erráticas de los estados y los gastos de la oligarquía financiera bajo la atenta mirada de la junta militar. Un negocio sin riesgos y enormemente lucrativo al alcance de una verdadera minoría.

Luis: Pero no acabo de entender cómo se ha dado este proceso.¿ Por qué habrían de renunciar los estados a fabricar su propio dinero si han dispuesto históricamente en algún momento de esta prerrogativa? Me cuesta creer que el poder económico y por tanto político no esté en la sociedad civil pero que no esté ni siquiera en los representantes de estado, me sorprende. Pero ¿ aunque la fabricación de dinero la hagan entidades privadas no lo pueden hacer básicamente por interés del estado?

Pedro: Por el interés del estado puede, pero no por el interés de la sociedad. De la misma forma que los estados son la versión fraccionada de un imperio, lo son del poder económico internacional. Las fronteras existen para las personas pero no para el capital. Las personas están sometidas a leyes y tienen controlada su movilidad, lo que no ocurre con el capital internacional. Las juntas militares al frente de los estados además de estar para vigilar las fronteras, están para el control de la población que vive dentro de las mismas. El gobernador del banco central es tan títere como pudiera ser un presidente de gobierno o incluso un parlamento entero. Para la oligarquía se trata de mantener el equilibrio entre el poder de las armas y el poder del dinero sin destruirse el uno al otro. Por eso son las mismas personas quienes ocupan los lugares claves en las instituciones financieras y del estado, incluida la junta militar. Pero ten en cuenta que aunque el estado fabricara el dinero, como fue el caso citado de EEUU durante dos centurias, debido al carácter anónimo de la moneda, no serviría para hacer una sociedad más igualitaria y justa. EEUU al llevar adelante una economía sin deuda pública se convirtió en una potencia pues el beneficio de su economía recayó sobre el estado, pero a su vez, dado el carácter anónimo de la moneda, cavó su propia tumba. A pesar de las grandilocuentes declaraciones de los “padres de la patria” en cuanto a su independencia, en 1911 se creó la Reserva Federal, el banco central estadounidense, y hoy día es el país más endeudado del mundo.

Luis: No entiendo cómo se ha podido producir esa pérdida de prerrogativa en la sociedad en cuanto a la fabricación del dinero

Pedro: De la misma manera que se ha producido la pérdida de los otros valores democráticos, por la vía de la corrupción.

Luis: ¿ Tan fácil es de corromper a los representantes del pueblo?

Pedro. A la vista está. Para quien paga con moneda anónima no es corrupción es retribución por los servicios prestados. El que fabrica y tiene el dinero anónimo puede fabricarlo para bien o para mal: hacer posible una guerra, eliminar a un presidente de gobierno o construir un arma mortífera. En realidad no hay fuerza humana posible que pueda evitarlo. Precisamente es la abundancia de dinero en manos de los financieros internacionales lo que hace que su objetivo de vida no sea ya acumular más dinero sino la estrategia geopolítica y la dominación enfermiza de sus semejantes.

Luis: Pero los gobernadores de los bancos centrales deberían impedir que los financieros internacionales utilicen a los estados para enriquecerse personalmente y sin embargo tú sugieres que se enriquecen a través de los mismos y sin control alguno.

Pedro: Los accionistas de esos bancos centrales son los que tienen el poder de decisión. Nadie sabe lo que cobran por sus acciones puesto que es una entidad privada que escapa al poder del estado. Tampoco se sabe los emolumentos que cobran como como directivos de esas instituciones. Sólo se sabe lo que cobra el gobernador del banco central y aún así con dificultad. El resto escapa como digo al poder del estado y consecuentemente no se hace público y si se hiciera no habría ninguna garantía de veracidad.

Luis: Esto en la práctica equivale a la inexistencia del estado.

Pedro: A lo equivale es a dejar claro qué es el estado: un instrumento de dominio sobre las personas que en realidad no les aporta sino esclavitud, aunque se nos engañe con el eufemismo de estado de derecho o de bienestar. Desde el momento en que se priva a la sociedad del derecho de crear y manejar su propio dinero, asistimos a lo funesto de sus consecuencias: vivir en ciclos de expansión y crisis sin apenas control sobre los mismos y exponiéndonos a grandes desastres, a la destrucción de la naturaleza y a los conflictos bélicos. Siempre que se crea dinero mediante el crédito hay que retirarlo una vez ejecutada la acción, para que la economía siga funcionando y no se cree inflación. Por supuesto hay que hacerlo de manera inteligente sin perjudicar a la economía real. Sin embargo los intereses de la oligarquía entran en conflicto con la inteligencia. Para ellos la economía real es algo secundario.

Luis. Ahora entiendo la ineficiencia de quienes dicen gobernarnos..

Pedro: Así se explican los vaivenes, los recortes, las incertidumbres de las políticas económicas, los conflictos de intereses de clases. Pero el día en que desaparezcan los estados y la sociedad recupere el control su moneda y su dinero el interés en el préstamo desaparecerá.

Luis: ¿ Cierto?

Pedro: Cierto. El interés aparece como consecuencia del riesgo que supone para el prestamista dejar su dinero; pero si es la sociedad quien lo presta el interés ya no es necesario, por lo menos de la misma manera como lo es en la actualidad que distorsiona enormemente la marcha de la economía.

Luis: Del mismo modo ¿ dejará entonces de haber deuda pública?

Pedro: La deuda pública en manos de la sociedad llegaría a donde es conveniente que llegue. Sin los excesos actuales.

Luis: Si tan negativo es para la sociedad y para el estado. ¿ No le queda al estado la vía del golpe militar para recuperar el derecho en la acuñación de moneda?

Pedro: Ya hemos comentado que esto no es posible. Muchos de los miembros de las juntas militares que gobiernan los estados pertenecen al grupo de accionista de los bancos centrales o están relacionados con ellos. En cualquier caso tampoco parece demasiado recomendable que el derecho de acuñación de moneda estuviera en manos de las juntas de jefes militares , ni serviría de nada, puesto que el problema es la existencia del estado.

Luis: Pero si ponemos en tela de juicio la existencia del estado ¿ acaso no estamos argumentando a precisamente a favor de los financieros internacionales y dejando definitivamente sin poder al pueblo?

Pedro: Se trata de uno de los argumentos históricos esgrimidos para que el control de la fabricación del dinero pasara a manos privadas. Al ser el estado militarista por esencia, disponer de la decisión de fabricación y acuñación de moneda, lo llevaría, como de hecho ha ocurrido históricamente, a hacer la guerra en demasía. Los primeros en advertir esto fueron los propios financieros-industriales-armamentistas cuyo negocio no es destruir a la humanidad en su totalidad sino su sometimiento.

Luis: Pues parece ser que últimamente se les ha escapado de las manos.

Pedro: Desde la finalización de la segunda guerra mundial se está tratando de controlar el poder de destrucción acumulado que sólo en el aspecto nuclear supondría destruir setenta veces la vida en la tierra. De hecho se optó por el estado de bienestar como una solución para evitar nuevas escaladas bélicas en aquel momento. Pero se trata de un parche, una medida a medias. Estado de bienestar es una contradicción en los propios términos. Por eso día a día se está desintegrando. Es simplemente una situación entre guerras, un paréntesis para el rearme, puesto que el negocio privado más rentable sigue siendo la guerra.

Luis: Me pregunto si los financieros internacionales no podrían ser inteligentes y dadas las atrocidades que conllevan los conflictos armados, dejar de invertir en armamento.

Pedro: No creo que puedan evitarlo. Ten en cuenta que necesitan de las juntas militares para controlar sus negocios con los estados. La condición para el negocio de las deudas de los estados es tener en el poder del estado a la junta militar y a su vez para tener en el control a la junta militar es necesario invertir en armamento.

Luis Lo que aboca a grandes masas de seres humanos a vivir de manera permanente en la indigencia .Nunca dejará de sorprenderme la ambición humana.

Pedro: Yo me atrevería a decir más bien la idiocia humana encumbrada al poder. Se creen inteligentes por efecto de los medios de comunicación pero en realidad su nivel de inteligencia es mediocre. Pero cada uno es responsable de permanecer mediocre en su atroz individualismo, enfermar y no convivir de manera armónica con sus semejantes.

Luis: Se trata entonces de encontrar la manera de crear riqueza sin instituciones de dominación ni mercados en donde se compra y venden no sólo objetos sino también personas humanas.¿No es así?

Pedro: Es lo verdaderamente inteligente. Con la presencia de los ejércitos esto no es posible. De nada sirve decir que hemos conseguido extinguir la institución de la esclavitud en un intento de considerarnos sociedades y personas moralmente irreprochables, ya que de hecho se han desarrollado otras instituciones como la del trabajo asalariado que siguen siendo un instrumento de dominación. Hay que conseguir realmente destruir esa realidad social llamada “ dinero-arma” para vivir en libertad y no desaparecer como especie en el planeta Tierra.

Luis. Volvamos al tema de la cultura y los bloques estratégicos. Hoy día se habla como si fueran sinónimos de bloques culturales de carácter internacional. Se aduce que las nuevas tecnologías están ampliando día a día el marco de cada cultura de manera que cada vez se interrelacionan más entre sí y que la humanidad llegará en un breve plazo de tiempo a tener una cultura común.

Pedro: Esa cultura de la que hablan no es realmente cultura. Ya hemos comentado que los bloques geoestratégicos están organizados en torno a un complejo financiero- industrial-armamentista. En algunos casos parecen coincidir con marco de una determinada cultura pero ésta tiende a desaparecer en cuanto cultura singular y diversa dentro de su territorio. Lo que la sustituye es en realidad la anticultura de la la guerra en la que la creatividad está orientada al descubrimiento del arma cada vez más mortífera. El resto de actividades llamadas creativas se toleran siempre y cuando no pongan en entredicho el desarrollo del complejo financiero-industrial-armamentista.

Luis: Entonces, la cultura que se dice promover desde los estados no es tal.

Pedro: No es tal. La cultura sólo puede surgir de la sociedad civil por la simple razón de que se trata de un acto de creatividad social. Los estados ahogan la cultura y , como no pueden decir que lo hacen, crean una subcultura de masas que apenas es creativa ni ofrece soluciones a los problemas que tiene planteada la sociedad. Las culturas tradicionales, las que se crearon antes de formarse las sociedades estatales, ocupan territorios pero, por ser algo vivo cuyo fundamento básico es la creatividad, son territorios sin fronteras. Por el contrario, los estados nacen con la delimitación de unas fronteras, rígidas, cuya violación será considerada acto de guerra. Por otro lado, la cultura tampoco responde de manera creativa a la organización jerárquica. Por tanto es una contradicción en los términos hablar de una cultura militar o estatal. La verdadera cultura lleva consigo la capacidad para la resolución de los conflictos y el cambio, de ahí su intento de anulación por los complejos financieros-industriales- armamentistas.

Luis: Así pues no se han formado los actuales bloques geoestratégicos por influencia de cultura alguna ni hay ninguna cultura que defender con la armas.

Pedro: Efectivamente. Las verdaderas culturas tienden a diversificarse no a homogeneizarse. Sólo las alianzas militares explican la creación de los actuales bloques geopolíticos: UNASUR, EEUU, CHINA, INDIA, PAISES ÁRABES, EUROPA, RUSIA etc. Esta presión homogeneizadora aumenta el riesgo de confrontación internacional ya que por un lado se produce un pensamiento cada vez menos diverso, más rígido y por otro lado ese pensamiento percibe lo que hay de diferente en otra cultura como un peligro. La cultura verdaderamente diversa percibe la diferencia como una oportunidad de mejorar la convivencia.

Luis: Sin embargo hemos llegado a creer lo contrario : que el hecho de homogeneizar la conducta social y pensar de manera semejante disminuiría el peligro de conflagración entre estados o bloques geopolíticos.

Pedro: Pues ya ves que no. Es precisamente la creatividad la que ofrece las soluciones. En la medida que nos proveemos de armas cada vez más sofisticadas y poderosas ponemos obstáculos a la convivencia, aumentamos el riesgo de confrontación y cercenamos la inteligencia personal y social . Es decir ,bloqueamos la posibilidad de solucionar nuestros propios conflictos.

Luis: Ya entiendo. Desde la ideología del estado se percibe a la diversidad con extrañeza y temor.

Pedro: Así es. Como consecuencia del pensamiento único se construye un dogma desde el que se ve al resto de “culturas” como enemigos del dogma. El peligro de confrontación mutua es muy real, puesto que también hay dogma, rigidez jerárquica y organización de carácter militar en el otro bloque geoestratégico. A esto hay que añadir la necesidad que tiene cada bloque de seguir alimentando su complejo financiero-industrial-armamentista que necesita para su subsistencia de los bienes y personas que están en el territorio vecino y al que no dudará en invadir en cuanto se de una pérdida en la correlación de fuerzas. El cómo incluye por supuesto la corrupción. Por el contrario la creatividad cultural es pacífica, no busca la confrontación sino todo lo contrario necesita de la no confrontación para progresar y por ello inhibe el conflicto e incluso lo supera por su propia dinámica. El pensamiento único atrofia la mente y crea una especie de paranoia en que predomina el temor a la confianza, base de la convivencia. Por desgracia al estar el mundo dividido en estados, esta paranoia se retroalimenta hasta el punto que es difícil ver una salida a la humanidad que no pase por algún tipo de conflagración generalizada.

Luis: Esperemos que el desarrollo de la verdadera cultura se abra paso y lo evite.

Pedro: Cuando más diversidad haya más posibilidad existirá de que alguien, desde su perspectiva y su conducta diversa, ofrezca la solución a la mutua destrucción. Es el mismo principio que rige la biodiversidad. Destruir una especie es destruir la posibilidad, en un momento dado, de encontrar la solución a una determinada enfermedad o a un problema humano de cualquier otra índole. Pues es posible e incluso me atrevería a decir necesario, que la solución esté ya codificada en cualquiera de los genomas animales en espera de su descubrimiento y utilización. Lo mismo podemos decir de la conducta social. En la actualidad caminamos hacia una conflagración mundial porque se han destruido y se siguen destruyendo culturas en cuya forma de organización social pudiera estar la clave del futuro convivencial en paz de los seres humanos.

Luis. ¿ Quieres decir que es posible que todavía exista algunas culturas que sean intrínsecamente pacíficas, capaces de establecer relaciones igualitarias entre sus miembros ? ¿ Sociedades que no necesite de la defensa armada para su supervivencia?

Pedro: Existen y son una alternativa a la suicida organización internacional actual.

Luis: Una sociedad así debe vivir en la abundancia pues los recursos dedicados a la defensa comprometen de continuo el desarrollo social. Quisiera saber dónde está esta sociedad que consideraré utópica hasta que la encuentre.

Pedro: Es evidente que este tipo de sociedades igualitarias, sin organización armada, están ocultas para sobrevivir en un mundo donde sus congéneres sí están armados y utilizan instrumentos inquisitoriales y represivos para combatirse los unos a los otros.

Luis: Hablas como si los estados fueran instituciones depredadoras del entramado social y las sociedades pacíficas sus posibles víctimas.

Pedro: Lo son. Por ello las sociedades igualitarias que no han sido eficaces en su “camuflaje” han desaparecido o van camino de la extinción. Basta mirar al interior de cada uno de los bloques geopolíticos que hemos nombrado y las veras sucumbir. Sobreviven las que se han hecho invisibles a los ojos de los complejos financieros- industriales-armamentistas.

Luis: No parece muy prudente señalarlas ni mostrar dónde se hallan.

Pedro: No lo es. El ruido mentiroso, vacuo y represor de los medios de comunicación actuales en mano de los citados complejos financieros -industriales-armamentistas, las protege.

Luis: Consuela saber que están protegidas.

Pedro: Estamos ante una de esas paradojas que hace que nazca la vida allí donde no existe. La extrema militarización de la sociedad y sus correlatos de violencia, injusticia, mentira y corrupción hacen que la sociedad justa y pacífica del futuro esté al margen, pues sólo se puede acceder a ella en la medida en que se renuncia al estado.

Luis. El resto configura un panorama desolador.

Pedro: Así está organizada en este momento la sociedad mundial.

Luis: ¿ Organizaciones como la ONU, el FMI, la UNESCO, el BM , etc. están al exclusivo servicio de quienes detentan el poder económico y militar?

Pedro. No se puede servir a dos señores.

Luis: Ahora comprendo porqué la inoperancia y la corrupción acampan por los despachos de estas organizaciones.

Pedro: La organización militar es jerárquica y organizada en castas, clases, niveles de grado o mando, como se les quiera llamar. Y es exactamente el modelo aplicado en todos los estados, los bloques geopolíticos y las organizaciones internacionales existentes en la actualidad a pesar de que las apariencias puedan sugerirnos lo contrario. La utilización dolosa del lenguaje y la mentira sistemática es parte del trabajo que se encarga a las empresas de comunicación de alcance internacional. La noticia se fabrica bajo la atenta mirada de la oligarquía mundial y los medios de comunicación a su servicio no hacen sino divulgarlas. Un capítulo más la manipulación humana consecuenci de la moneda anónima y el mercado opaco. Los ciudadanos que viven en el seno de cada bloque geoestratégico están convencidos de que viven en el mejor marco democrático posible, mientras acusan al resto de los ciudadanos que viven en los otros bloques de violentos, ignorantes, primitivos, manipulados por sus élites y faltos de democracia. Pero todos los complejos financieros-industriales-armamentistas tiene el mismo modelo de estructura jerárquica y por tanto antidemocrática.
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Luis: Pero si negamos la existencia de la democracia ¿ No se asemeja el mundo a un polvorín?

Pedro: Así es. La metáfora del polvorín es apropiada. Cada uno de estos bloques geopolíticos sólo pueden sobrevivir consiguiendo recursos que tienen los otros. Existe un equilibrio tan inestable que es de prever que salte por los aires en cualquier momento.

Luis: ¿ Hemos de concluir que todos los bloques geopolíticos son igualmente imperialistas? ¿ Hay alguna diferencia de grado?

Pedro: No. Las sociedades pueden ser diferentes pero sus estados no lo son.

Luis: Pero se nos informa continuamente que el mercado de intercambio de bienes entre bloques funciona, que en muchos casos hay una verdadera colaboración y que eso evita la guerra.

Pedro: La colaboración es sólo aparente. Más aún, añadiré que en realidad la colaboración actual es sólo un intento de evitar y retrasar lo inevitable: el colapso de una organización internacional basada en estados que puede ir acompañada de una conflagración bélica de carácter internacional.

Luis: Se trata de un pensamiento deprimente y desalentador.

Pedro: ¿ Qué bloque geoestratégico será el primero en reconocer que su propio complejo financiero-industrial-armamentista esta violando los derechos de sus ciudadanos o dejará de justificar sus intervenciones militares en el exterior?

Luis: Es siempre más fácil ver la viga en el ojo ajeno.

Pedro: Es la ley del “sálvese quien pueda”.

Luis: Un mundo gobernado por locos.

Pedro: No te quepa la menor duda.

Luis: Pero habrá algún tipo de solución a este estado de cosas que evite el cataclismo.

Pedro: La hay. Como hemos insinuado al principio de nuestra conversación el sistema financiero y productivo actual es inestable. Lo es, entre otras cosas, por falta de democracia en sus instituciones. De hecho hasta ahora nunca la humanidad se ha planteado tener unos sistemas financiero y de producción de bienes democrático y sin embargo ésta es la condición necesaria para frenar el camino iniciado hacia la autodestrucción. Y es por ello que las llamadas democracias actuales degeneran con facilidad en estructuras dictatoriales. La verdadera democracia empieza por sus sistemas financieros y de producción.

Luis: Pero ésto está muy lejos de ser una realidad. Es evidente que la democracia no ha llegado a la empresa y mucho menos al mundo de las finanzas. Me pregunto si acaso es posible.

Pedro: Es posible, como hemos comentado al principio, cuando cambie la moneda y el mercado se haga transparente.

Luis: ¿Quieres decir que de la misma manera que la moneda mutó de documentada a anónima, ahora debe mutar de nuevo para que sean posible cambios económicos que incluyan unos medios de producción democráticos y un comercio justo? ¿Estas sugiriendo acaso que se vuelva a documentar toda transacción económica habida para que vuelva a haber justicia?

Pedro. En la actualidad la mayoría de las transacciones económicas al ser digitales están registradas; pero son un instrumento para la justicia sólo cuando hay que perseguir a alguna persona que no detenta el poder. Las oligarquías quedan al margen.

Luis: Entonces, es una manera de hacer creer que la justicia existe. ¿ No es así?.

Pedro: Mientras haya una proporción de dinero que escape al control de la justicia no funcionará un sistema económico justo. La oligarquía utiliza paraísos fiscales y lugares de encuentro secretos en los que no se documentan las transacciones.

Luis: ¿ Qué transacciones?

Pedro: Las que corresponden al comercio de la droga, el comercio de armas, la trata de blancas, los fondos reservados de los estados, las donaciones de algunas fundaciones internacionales, el soborno de tipo político y también industrial, etc. etc.

Luis: Parece que el dinero primero fiduciario de papel y ahora digital lo han dejado para nosotros y el dinero anónimo, es decir, el oro lo siguen reservando para ellos. Me temo que quien sale beneficiado con este proceder no va a permitir el cambio.

Pedro: No obstante el cambio en el concepto del dinero y la documentación necesaria de las transacciones económicas se impondrá, aunque se reserven por un tiempo la utilización del oro para las que mantienen ocultas. En realidad no sabemos cuándo, pero ocurrirá .

Luis: Antes me parecías profundamente derrotista y ahora me pareces todo lo contrario, enormemente optimista. ¿ Tienes acaso conocimiento de qué lo va a hacer posible?

Pedro: Un sistema inestable, colapsa cuando falla alguno de los imputs necesarios para su retroalmentación. Al abandonarse el patrón oro la moneda anónima mutó y aunque siempre había sido fiduciaria, es decir basada en la creencia del funcionamiento del propio mercado, en la actualidad se apoya en el sistema de producción de cada país. Así pues mientras los bloques financieros-industriales-armamentistas necesitan de la guerra para vivir, por primera vez en la historia, se abre paso un tipo de comercio que necesitan de la paz para funcionar. A través de esta contradicción se abre paso la moneda digital, lo que llevará a su vez a una devaluación casi total del oro, al perder su función como moneda internacional opaca. Pero hay algo más. La moneda digital tiene otra virtualidad no menos importante : es un instrumento y puede ser utilizada por grupos sociales reducidos.

Luis: ¿ Estas insinuando que cada grupo social puede crear su moneda propia?

Pedro: Así es. Se trata de una función revolucionaria. Por eso creo en el cambio.

Luis: Ahora entiendo que preconices la desaparición del estado.

Pedro: Si frente a un sistema económico en perpetua contradicción en el que muchos ven ya su agotamiento, que destruye a la persona humana y la hace sufrir y enfermar , aparece la posibilidad de que las comunidades, cuando más pequeñas mejor, puedan organizar su vida de producción e intercambio al disponer de una moneda propia, documentada y transparente, el cambio puede ser revolucionario. El éxodo de las personas a este nuevo sistema se hará imparable y habrá un punto crítico en que el viejo sistema colapse con rapidez. Esto es lo que creo que ocurrirá. Todo dependerá de la rapidez con que se creen estas nuevas comunidades con moneda propia que desarrollarán un mercado al margen de los estados.

Luis: Pareces tener fe en que el dinero digital hará a las sociedades más igualitarias y horizontales

Pedro: La moneda digital hará posible el dinero social, los medios de producción dejarán de ser privados para volver a ser comunitarios como ya lo han sido en algún momento de la historia. Los medios de producción democráticos competirán de manera exitosa con las entidades privadas, incluidas la multinacionales. Con la pérdida de la propiedad privada en muchos sectores sociales y la desaparición del accionarado anónimo, los medios de producción democráticos se resistirán a la fabricación de armas o simplemente se negarán a fabricarlas. De hecho bastará una relativa resistencia a hacerlo para que el sistema económico actual basado en la carrera armamentista se venga abajo en un periodo relativamente corto, desde el punto de vista histórico.

Luis: Algo así como ocurrió con el sistema financiero-industrial-armamentista de la antigua URSS cuya rápida caída nos sorprendió a todos y del que por cierto se han recuperado por el mismo camino por el que se creó, abriendo un mercado importante para su producción de armamento.

Pedro. Era de esperar. Ya hemos comentado que si no cambia el concepto anónimo del dinero los imperios resurgen con sus correspondientes lacras de corrupción, violencia, etc. Existe la posibilidad de que los bloques geopolíticos y sus equivalentes sistemas financieros-industriales- armamentistas se soporten unos a otros por un tiempo, pero la desaparición de la propiedad privada ante la eficacia de la propiedad comunitaria en los medios de producción, precipitará su final.

Luis. ¿Volverá a ser posible la convivencia pacífica entre lo seres humanos.

Pedro. Eso espero.

Luis. ¿ Desparecerán las temidas crisis económicas?

Pedro: Con la posibilidad de documentar las transacciones económicas aparecerá la posibilidad de crear una ciencia económica más exacta. Pero lo más importante es que las decisiones de tipo económico las tomará de nuevo el ser humano conviviendo en sociedad, lo que supondrá una potenciación de la inteligencia.

Luís. Has pasado de dibujar un panorama catastrófico y desolador a una panorama casi bucólico para la humanidad.

Pedro: Me has pedido que insinúe cómo llegar del estado actual a la utopía propuesta.

Luis: Entonces ¿Es así como prevés que se producirá el desarme a nivel internacional?

Pedro: Así es. No veo otra manera. Primero se producirán los cambios señalados, principalmente el relativo a la propiedad privada y a su vez se producirá un freno a la corrupción y a la mercancía de seres humanos. Es entonces cuando la humanidad tendrá en sus manos la posibilidad d eliminar sus arsenales.

Luis:Esperemos que estos cambios que preconizas se produzcan pronto, pues realmente es enfermizo y arriesgado vivir en un mundo como el actual. Ante la posibilidad de un mundo mejor, siento la nostalgia de no llegar a verlo y poder disfrutarlo

Pedro: Efectivamente es posible que esta sociedad convivencial, igualitaria y justa tarde en llegar. No es un consuelo, como dices, pensar que esa sociedad pertenece la futuro. Todos estamos vivamente necesitados de justicia, de amor y de paz. Pero existe un camino para trasladarse a esa sociedad convivencial e igualitaria para quien así lo desee. Pero de eso hablaremos en otra ocasión pues ahora ya es tarde y es necesario retirarnos.

Luis: Deseo darte las gracias una vez más, amigo Pedro, por tu atención y amabilidad. La conversación de hoy me ha resultado interesante a pesar del largo tiempo que hemos dedicado a ello.

Pedro: Ha sido un placer haber podido hablar de nuevo contigo. Nos veremos en una próxima ocasión para profundizar de algunas de las ideas en las que hoy no ha sido posible hacerlo.