Luis: Hola Pedro
Pedro: Hola Luis. ¿ Cómo
estás?
Luis: Muy bien, ya sabes que el campo me sienta perfectamente y acabo de pasar tres días en un pequeño pueblo de la sierra valenciana del Caroig, en contacto con la naturaleza, lejos de ese ir y venir diario y estresante de la ciudad.
Pedro: Los paseos por el campo
son el contrapunto del ajetreo en que nos vemos envueltos en el
intento individualista de solucionar los problemas inherentes a la
vida humana. La naturaleza proporciona la ocasión de tomar contacto
con la esencia de la existencia. Descubrimos la sencillez de la vida
y consecuentemente hasta qué punto muchas de las necesidades que nos
hemos creado son innecesarias. Pero dime Luis ¿ qué te trae hoy por
aquí?
Luis: Hace días que no
dialogábamos y vengo dispuesto a tratar contigo, si dispones de un
poco de tiempo, un tema que creo importante.
Pedro: Ya sabes que siempre hay
tiempo para los amigos y además el diálogo es una ocasión de
enriquecimiento mutuo que no voy a dejar pasar. ¿ Cuál es el tema
que quieres tratar?
Luis: No sabría definirlo bien
a causa de las profundas interrelaciones existentes entre estos dos
conceptos: el de la cultura y el del estado.
Luis: Sí ya sé. No son ni
mucho menos la misma cosa. El estado es una organización de carácter
político sobre la base de un territorio, mientras que cultura es un
concepto más amplio que indica una forma común de entender la vida,
las relaciones entre las personas y la adaptación al medio
circundante en donde está ubicada esa cultura. A veces varios
estados forman parte de una misma cultura. En otras ocasiones son
varias culturas las que forman parte de un único estado. Las
sociedades que se consideran pertenecientes a una misma cultura
quieren remarcar el elemento común frente los elementos
diferenciadores.
Pedro: Así es. Sin embargo el
hecho de formar parte de un estado nada tiene que ver con esa
búsqueda de lo común entre culturas diferentes. Eso son
atribuciones que los estados se hacen a sí mismos para
legitimarse, pero en realidad destruyen la cultura o culturas que
pudieran haberse formado con anterioridad a que se trazaran las
fronteras del territorio del estado. Como bien dices, el estado, es
una organización política, a lo que hay que añadir, y
básicamente militar.
Luis: ¿ Cómo puede ser?
Pedro: La
aparición de los estados coincide históricamente con la aparición
de los grandes ejércitos e imperios sobre la tierra y esto
es a su vez fue consecuencia de los cambios profundos que hubieron en
la forma de entender el comercio, la economía, las relaciones
personales y las relaciones sociales. Desde que se dejaron de
documentar las transacciones económicas en los intercambios de
bienes entre individuos y grupos, los ejércitos se hicieron
todopoderosos y las sociedades se militarizaron de inmediato dando
lugar al nacimiento de los estados. De esto hace ya muchos siglos.
Luis: La verdad, no acabo de
entender lo que comentas. ¿ Qué tienen que ver los intercambios ,es
decir el mercado, con el nacimiento de los estados?.
Pedro: Con la escritura, nació
la posibilidad de registrar las transacciones económicas,lo que se
hizo de inmediato pues estos registros suponían una serie de
ventajas para los intercambios de bienes entre las personas. Así por
ejemplo, cuando se producían reclamaciones se podía atender la
demanda de ellas. También se hizo posible la contabilidad de los
bienes intercambiados,lo que resultó ventajoso para la economía de
la comunidad. De hecho en Asiria se inició una ciencia económica
que posteriormente, cuando se dejaron de registrar las transacciones
de bienes en su conjunto, se convirtió en una pseudociencia para
provecho de una oligarquía, hasta el día de hoy.
Luis: No lo sabía. Es
interesante lo que dices. Por favor prosigue.
Pedro: Mientras se documentó el
mercado y de alguna manera funcionaba la justicia las ciudades no
eran demasiado grandes, tenían un territorio más o menos acorde con
sus habitantes y sus ejércitos eran prácticamente defensivos, pues
ninguna de ellas tenía suficiente fuerza aún queriéndolo, para
imponerse a las demás. Sin embargo, cuando se dejaron de registrar
las transacciones económicas por las razones que luego explicaré y
cambió el concepto del dinero y consecuentemente el mercado, se
hizo posible la acumulación de riquezas y poder. Aparecieron
entonces los imperios devoradores de ciudades y naciones. Los
imperios han ido surgiendo y despareciendo a lo largo del a historia
bien por colapso interno, bien porque otros imperios los han
destruido. Los estados han sido y son los residuos de los imperios.
Aún hoy día se permite su existencia siempre que rindan vasallaje a
los actuales imperios dominantes.
Luis: Yo tenía entendido que
los estados se formaban libremente por pactos de mutua defensa de
unas sociedades frente a otras.
Pedro: Aunque esto también es
cierto y ha habido estados cuyo origen es el que señalas, la mayoría
simplemente son fruto de la descomposición de un imperio. Por tanto,
el hecho de que los estados sean organizaciones de carácter militar,
como por supuesto lo han sido y lo son los imperios, hace que tengan
una dinámica y unas características propias en torno a lo militar.
Luis: Pero antes de seguir, te
ruego Pedro, que me expliques qué has querido decir con aquello de
“ desde que se dejaron de registrar las transacciones
económicas las sociedades se militarizaron de inmediato y nacieron
los estados”
Pedro: Sí claro. La razón está
en que mientras se documentaban las transacciones económicas, como
he comentado, dabas una posibilidad al funcionamiento de la
justicia. Si lo que se intercambiaba era algo nocivo para la
comunidad o para alguna de las personas que formaban parte de la
misma, el registro constituía una prueba para la justicia, el hecho
no quedaba impune y se podía cambiar la conducta improcedente.
Luis: Comprendo. Así pues si
alguien engañaba , daba un producto en malas condiciones o se
aprovechaba de alguna persona más débil, siempre se podía
presentar el documento como prueba de su conducta reprochable.
Pedro: La economía y la
justicia no estaban separadas como lo están en el presente.
Luis: Realmente, hoy día, la
justicia lo tiene difícil para conseguir este tipo de pruebas. En
este sentido, podemos decir que no hay justicia
Pedro: La vida social es global y las conductas para ser realmente humanas han de estar integradas. Sigamos. Una consecuencia inmediata del registro del comercio entonces existente fue la invención de lo que hoy día entendemos por dinero.
Luis ¿ Se inventó el dinero?
Pedro: Fue un proceso
relativamente rápido y sencillo. Del registro de las transacciones
se pasó a registrar el haber y el debe de cada individuo que
intercambiaba bienes con sus semejantes. Es decir, se descubrió la
posibilidad de disponer una especie de cuenta que más tarde se
llamó bancaria, con el consiguiente “ poder de compra” si en tu
registro habías dado más de lo que habías recibido.
Luis:
¿ Así de sencillo?
Pedro: La cosa no quedó ahí.
Los escribas y sacerdotes que custodiaban los registros o documentos
de intercambio de bienes se dieron cuenta de que simplemente con un
apunte en una determinado registro personal ese hombre o mujer
aumentaba su “poder de compra” o dinero y podía adquirir bienes
por encima de lo que hasta entonces le habían permitido los
intercambios reales realizados. Así nació el crédito.
Luis: Y por lo que veo también
la apropiación del dinero, pues es fácil pensar que quienes tenían
acceso a los registros podían fácilmente hacer apuntes a su favor o
al de sus familiares y amigos.
Pedro: Efectivamente, la
diferencia entre crédito y apropiación del dinero está en que en
el primer caso tienes que devolver el dinero tomado y en el segundo
no.
Luis: Pero parece claro que en
el caso de que no devuelvas el dinero distorsionas la economía de
la comunidad pues habría más “poder de compra” de lo que
realmente hay, es decir ,de lo que generalmente se produce e
intercambia en la comunidad.
Pedro: Efectivamente, creas
inflación la cual no es sino el azote de los pobres, pues los
precios suben al haber más dinero del que es estrictamente necesario
para la economía básica llamada también economía real, es decir
para producir e intercambiar bienes exclusivamente. Pero piensa que
dado que había un registro, aunque alguien aumentara “ su poder de
compra” artificialmente, es decir, creara dinero como apropiación
, podía descubrirse el hecho económico delictivo.
Luis: Siempre y cuando no se
camuflara en el montón de transacciones que se producirían, me
imagino, cada día en aquellas ciudades postneolíticas que
empezaban a tener miles de habitantes.
Pedro: Así es. Bien porque las
transacciones aumentaron de manera exponencial y no se pudieran
registrarlas todas, bien porque con la economía nació la ciencia
del engaño o quizás porque se prefirieron los metales,
especialmente el oro como moneda de cambio, el caso es que los
intercambios dejaron de registrarse y la moneda que hasta entonces
había sido una tableta de barro cocido donde constaba el
intercambio, pasó a hacerse de metal y anónima y el comercio creció
de espaldas a la justicia. El dinero, a partir de entonces, se
convirtió en un instrumento idóneo para todo tipo de desmanes y
delitos sociales hasta el día de hoy.
Luis: Y
con ello, me imagino, en instrumento de destrucción de las
relaciones sociales igualitarias.
Pedro: Efectivamente, es lo más
grave, pues llevó a la destrucción de la sociedad humana en su
conjunto. Porque ¿ qué sociedad es posible si unos seres humanos
dominan y esclavizan a otros seres humanos?
Luis: ¿ Pero qué tiene ver,
amigo Pedro, todo esto con el estado?
Pedro: Una vez generalizada la
moneda metálica, principalmente de oro, como moneda anónima que
era y es, se pudo utilizar para cualquier tipo de transacción
incluido lo que hasta entonces no había estado permitido desde el
punto de vista social. ¿ Y qué es lo peor que puede hacer un ser
humano con el dinero?
Luis: No sé. Quizás dar rienda
suelta a su ambición acaparando monedas y con ellas bienes. Quizás
hacer padecer hambre a sus semejantes al no dejar circular el dinero
o especular con él. Quizás destruir los bienes comunales y
convertirlos todos ellos en propiedad privada.
Pedro: Algo todavía más grave:
comprar a un semejante. O lo que es lo mismo, convertirlo en una
mercancía, degradarlo y cosificarlo.
Pedro: Desde el preciso momento
en que unos seres humanos pudieron comprar a otros se destruyó el
equilibrio de una sociedad verdaderamente humana y sus instituciones
de carácter igualitario empezaron a desaparecer. A cambio se crearon
instituciones basadas en la posibilidad de dicha compra : el
ejército, el trabajo asalariado, la esclavitud,etc.
Luis: ¿ Quieres decir que las
cosas hubieran podido ser de otra manera y haber vivido de modo más
igualitario ?
Pedro: Por supuesto. Más aún,
mientras no restablezcamos una forma de convivencia en que las
personas dejemos de tratarnos los unos a los otros cono objetos,
trato que se ha generalizado en la sociedad moderna hasta la
exasperación, no conseguiremos sacudirnos las lacras con las que
malvivimos entre las que se encuentran las guerras y demás
enfermedades sociales que a su vez incluyen cientos de
desequilibrios psicológicos personales, como tenemos ocasión de
constatar cada día.
Luis: Así pues, los imperios y
los estados con su organización político-militar sustituyeron a
las organizaciones humanas existentes hasta el momento y ésto fue
a su vez consecuencia de la extensión de la posibilidad de compra a
los seres humanos.
Pedro : No creo que sea difícil
de entender. En cuanto empezó a circular la moneda anónima de
metal se empezó igualmente a necesitar oro, oro que había que
tomar de los demás o que había que extraer de las entrañas de la
tierra. Creció de manera exponencial la rapiña y surgió la
esclavitud dentro de la ciudad y también fuera de ella como
derecho de conquista. Es por ello que se desarrollaron con relativa
rapidez los imperios. La ciudad que se hizo más poderosa , creció
por encima de lo que era natural y extendió su dominio al resto de
ciudades que habían permanecido más o menos autónomas gracias al
desarrollo de su economía transparente. Las ciudades que más oro
acumulaban se podían lanzar contra el resto de ciudades vecinas
creando ejércitos propios o mercenarios y especialmente comprando
lealtades de los defensores de otras ciudades. El círculo vicioso
entre crecimiento, institución militar y esclavitud no había hecho
sino empezar.
Luis: Debió ser como en un
sunami. Una ciudad tras otra se debieron ver obligadas a armarse
hasta los dientes. Siempre me había preguntado cómo en edades tan
remotas, con unos medios de transportes tan precarios y una
tecnología tan rudimentaria se podían haber creado imperios tan
vastos, en periodos de tiempo tan cortos.
Pedro: Pues ahora tienes la
respuesta. El fenómeno iniciado entonces ha llegado hasta la
sociedad moderna. La posibilidad de comprar personas a través del
dinero tiene dos grandes consecuencias: la corrupción y dominio de
la sociedad por una oligarquía que no hace sino degradar a las
personas para mantener su poder sobre la mayoría.
Luis: Oligarquía que nos lleva
a vivir según su manera de pensar. ¿ No es una locura?
Pedro : Me atrevería a decir que una doble locura, pues se trata de personas ambiciosas y desequilibradas quienes dirigen nuestras vidas.Hace tiempo que las oligarquías mundiales seleccionan criminales para las llamadas políticas de estado. El ejemplo más claro fue Hitler aupado por las oligarquías financieras europeas y norteamericana para controlar al pueblo alemán, soliviantado por una crisis económica de consecuencias imprevisibles. El problema es que vivimos tiempos parejos. Con el inconveniente de que este tipo de locuras se han agravado hasta el punto de poner al límite la superviviencia del planeta.
Luis: Estamos enfermando de puro estrés y agotamiento.
Pedro: El siguiente paso a los
cambios que hemos comentado fue la aparición de los estados
“nacionales”. Aunque un imperio desaparezca, si continúa la
posibilidad de compra del ser humano o bien surgirá un nuevo
imperio o bien el imperio decadente se fraccionará en diferente
estados que seguirán la misma lógica militar de dominio y
sometimiento. Incluso, si debido al colapso del imperio y la
desaparición de su aparato militar y represivo, resurgieran
comunidades igualitarias, si no ha desaparecido la posibilidad de
compra del ser humano, el estado se abrirá paso de nuevo. En este
caso primero surgirán pequeños ejércitos defensivos que se
convertirán en ofensivos por efecto de la moneda anónima. A
continuación doblegarán la voluntad de los habitantes de un
territorio determinado y finalmente, cuando adquieran el tamaño y
poder suficiente, crearán jefaturas militares y nombrarán a un rey
como cabeza visible y jefe del alto estado mayor. Luego, el estado
más poderoso de la zona dominará al resto. Como ese mismo proceso
se estará dando en otros territorios del viejo imperio, se crearán
alianzas militares para “ la defensa mutua” y se iniciará un
nuevo ciclo de dominio sobre las sociedades más débiles en el
interior del imperio en decadencia. No es necesario extenderse.
Creo que cualquiera puede seguir la pista del nacimiento,
crecimiento y colapso de cuantos imperios y estados han conformado el
actual mapa internacional.
Luis: Veo,
por lo que dices, que el estado y el ejército están
estrechamente relacionados desde su origen.
Pedro: Son lo mismo. Desde el
origen la razón de estado es una razón militar. La organización
del estado, a pesar de las apariencias “ democráticas”, sigue un
modelo militar. Las sociedades actuales forman casi en su totalidad
parte de alguno de los estados existentes. Bien por vía de dominio,
bien como búsqueda de apoyo en la defensa con el más fuerte, los
estados crean alianzas militares que a su vez no permiten la
neutralidad. Así el problema de unos poco, una oligarquía que
necesita de los ejércitos para su supervivencia y solucionar sus
problemas,. se ha convertido el problema de todos los seres humanos.
Al principio eran los reyes quienes hacían la guerra a través de
ejércitos mercenarios pero hoy día son los bloques geoestratégicos,
conjuntos de estados o imperios quienes nos arrastran a las guerras,
haciéndonos creer que se trata de defender culturas.
Luis: ¿A quién interesa esa
confusión?
Pedro: Por supuesto a los
estados que tratan así de disimular su organización jerárquica y
militar. Mezclando la noción de estado con la de cultura se da la
sensación de que existe libertad dentro de las fronteras
establecidas y se justifica la guerra como defensa de dicha libertad.
Pero la cultura es una realidad basada en la creatividad y la
libertad de las personas, por tanto contraria al estado.
Luis: Entiendo. Por eso hoy
tenemos la imagen equivocada de que cada bloque geoestratégico se ha
estructurado en torno a una cultura.
Pedro. Sin embargo, bloque
geoestratégico es sinónimo de imperio, es decir, complejo
financiero-industrial-militar.
Luis: Y
siguiendo tu manera de pensar ,una consecuencia más de la economía
basada en el dinero anónimo con el que se siguen pagando ejércitos
y sometiendo a los humanos a todo tipo de vejaciones.
Pedro: Veo que lo has entendido
perfectamente. Cada imperio histórico y por lo mismo cada bloque
geoestratégico actual es una consecuencia directa la imposibilidad
de ejercer la justicia.
Luis: ¿ Pero qué pasa con la
creatividad? ¿ No es el ser humano por naturaleza creativo? ¿ No
se podría a través de la creatividad regenerar la sociedad,
mejorar la convivencia entre los seres humanos y solucionar
definitivamente el problema de los imperios, los estados y la
guerra?
Pedro: Las culturas propias de
las sociedades con estado son muy diferentes de las culturas de las
sociedades anteriores a la aparición del estado y de las pocas que
actualmente quedan sin pertenecer a estado alguno. Es necesario
tenerlo muy en cuenta pues en ocasiones empleamos los mismos
términos para nombrar realidades totalmente diferentes, por no
tener en cuenta el contexto y momento histórico. Así ocurre por
ejemplo con el concepto de cristianismo original igualitario y el
posterior concepto de cristianismo jerárquico y militar, propio del
imperio romano a partir de Constantino. Del mismo modo los conceptos
de religión, filosofía, economía, arte, etc. están siendo
utilizados descontextualizados y con significados claramente
diferentes según el interés de quienes están en el poder que a su
vez detentan el control de los medios de comunicación. Uno de los
signos más terrible de nuestro tiempo. Esta confusión de conceptos
dificulta en último término la comunicación y dificulta la
convivencia humana. Muchas culturas se diferenciaron en un momento
histórico anterior a la formación de los estados. Les interesa
decir que “ respetan” y “ potencian” esas culturas, pero no
es así sino todo lo contrario. Porque ¿ qué tipo de creatividad
puede haber en una sociedad sometida? ¿ Qué tiene que ver la
creatividad humana con el trabajo asalariado, la esclavitud y el
ejército?
Pedro : Las culturas que
coexisten en el marco de un estado se homogeneizan por la presión
del estado que trata de anular las diferencias. Por otro lado, dado
que el denominador común de los estados es su organización
jerárquica siguiendo criterios militares, tenemos que las
sociedades que forman parte del estado y las culturas
correspondientes son doblemente presionadas hacia la homogeneización,
desde el interior del estado y desde el exterior , por el juego de
los bloques geoestratégicos.
Luis: Entonces, puesto que el
mundo actual está fraccionado en estados, tendríamos que concluir
que caminamos hacia una especie de organización con pensamiento
único.
Pedro: Pensamiento único,
convivencia jerarquizada y organización militar. La diversidad
propia de la cultural, como hemos comentado, está reñida con la
organización estatal. El pensamiento único además de un
empobrecimiento cultural, ahoga la creatividad. El modelo que
siguen las sociedades con estado es contrario a la libertad e
impide que se desarrollen nuevas formas de vivir, de organizar las
relaciones humanas y de responder a los estímulos ambientales
cambiantes . Con pocas palabras, ponen en riesgo la capacidad de
adaptación de la raza humana.
Luis: Lo que comentas parece
bastante radical. Tú sugieres que todos los estados son opresores de
cuantas personas están incluidas en su marco de acción o dominio.
Pero siempre se nos ha dicho que existen estados democráticos y
estados autoritarios o antidemocráticos.
Pedro: Juzga tu mismo. Si la
organización básica del estado es la defensa armada los estados
son semejantes en lo fundamental y diferentes en lo accidental. En
lo fundamental son milicia, por tanto no puede haber democracia.
Luis: Pero quizás la defensa
armada no sea la organización básica del estado, sino sea, por
ejemplo, la justicia o la defensa de la convivencia en libertad de
las personas que forman parte de dicho estado.
Pedro. Esa es una definición
del estado teórica, y en la teoría caben muchas versiones, pero
desde el punto de vista práctico la organización militar tiene
necesariamente que dominar al estado puesto que son ellos quienes
al tener las armas, tienen la prerrogativa de vida o muerte sobre los
ciudadanos. Los estados llamados democráticos tienen un
parlamento, un gobierno y un sistema judicial que dicen ser
independientes pero quien de verdad gobierna, por supuesto en la
sombra, es la junta de jefes del alto estado mayor.
Luis: Insisto en que siempre se
nos ha dicho que en un estado democrático, considerado a su vez un
estado de derecho, los militares están sometidos a la sociedad
civil y son los representantes de ésta, libremente elegidos, los
que conforman el parlamento y el gobierno. Según esta lógica, las
instituciones llamadas democráticas detentan el poder emanado
directamente del pueblo, por encima de la milicia que cumpliría así
exclusivamente el mandato constitucional de defender la integridad
del territorio nacional. La facultad de vida y muerte sobre los
ciudadanos la tendría la sociedad civil a través del tercer poder
del estado, el sistema judicial. Sólo en el caso de las dictaduras,
los de jefes militares del alto estado mayor detentarían el poder.
Por supuesto es sólo en este caso cuando se considera que los
gobiernos y los parlamentos no son democráticos por estar sometidos
al ordenamiento militar.
Pedro: Mientras existan las
juntas de jefes militares, cualquier político, por muy elegido por
el pueblo que lo haya sido dependerá de las mismas. Nadie puede
gobernar desarmado rodeado de personas armadas.
Luis. No lo había pensado, pero
es evidente. No actuarían con libertad.
Pedro: Insisto: las personas
desarmadas no son libres mientras existan personas armadas a su
alrededor. Por tanto, en la práctica ni somo libres los
ciudadanos que vivimos en el territorio de un estado ni los políticos
que dicen representarnos y nos gobiernan. Y la judicatura no es una
excepción.
Luis: Parece claro que de ser personas libres serían eliminados inmediatamente de la judicatura y de la política. La necesidad de defensa pone al ser humano en una situación paradójica. O se es libre estando todos armados o se es libre renunciando todos a las armas.
Pedro: ¿ Y tú que piensas?
Luis. Que hoy por hoy ninguna de
las dos cosas parecen posibles.
Pedro. La verdadera libertad se ejerce en el ámbito de una sociedad justa e igualitaria y esto sólo ocurre cuando deja de existir el dominio de unas personas sobre otras. La necesidad de defensa armada trae como consecuencia inevitable la esclavitud. Si todos estamos armados, que es de hecho lo que ocurre en la actualidad, se crea y alimenta el complejo financiero-industrial-armamentista y con él el dominio de unos seres humanos sobre otros. Tener un arma poderosa lleva de inmediato al sometimiento del resto de seres humanos. Por tanto es mejor estar todos desarmados. Ahora bien no se nos oculta la dificultad, pues para proceder al desarme han desaparecer al mismo tiempo las relaciones de dominio, es decir, el generalizado trato de compraventa de seres humanos.
Luis: ¿ No existe entonces
ninguna posibilidad de tener un ejército exclusivamente defensivo?
Pedro: La defensa es una
función necesaria y por tanto un deber para los individuos y para la
sociedad. De hecho es posible una defensa del individuo y de la
sociedad sin ejercer dominio. Se trata de lo que en los ámbitos
pacifistas se llama defensa no-violenta, con otras palabras la que
tiene lugar sin armas. Es la mejor defensa y la más eficaz porque
carece de efectos secundarios.
Luis:¿ No parece una utopía lo
que acabas de decir ?
Pedro. Utopía es todo lo que
decimos a cerca de la sociedad justa, igualitaria y pacífica. Pero
de la misma manera que hemos conocido el origen del militarismo,
podemos atisbar su final con la desaparición del estado y de mano
de un cambio económico producido por la invención de un tipo de
dinero con el que ya no se pueda comprar, vender y someter a las
personas. Utopía es pensar que puede haber paz, convivencia sana y
justicia en un mundo donde el ser humano puede ser comprado, como si
de un objeto se tratara.
Luis: ¿Así,
siguiendo tu razonamiento, cuando el concepto del dinero cambie de
nuevo y ya no pueda ser utilizado para comprar personas, entonces la
defensa volverá a ser no-violenta?
Pedro. Contestaré
a tu pregunta más adelante. Mantengamos ahora nuestra
reflexión sobre el hecho de que sus instituciones, llamadas en
muchos casos democráticas, en realidad giran en torno a la razón
militar de estado.
Luis: Está claro, si los estados funcionan según dictámenes de carácter militar, la diferencia entre una dictadura militar y una democracia parlamentaria se diluye y es sólo cuestión de grado.
Pedro: Eso
es. La fuerza militar siempre es dominante respecto a
la sociedad desarmada y donde hay dominación no hay democracia.
Hablar de que ahora tenemos una democracia y no una dictadura es una
manera de tener entretenida a una generación. La historia de la
humanidad a largo plazo es una alternancia continua entre democracias
y dictaduras o si se quiere entre monarquías y repúblicas, pero
ambas por desgracia tienen un denominador común por el momento: una
economía inhumana. Es lógico pues, que cuando conviene dar un golpe
de estado se dé con descaro y cuando conviene ocultar el papel del
ejército en la organización del estado, porque ya no es popular, se
realice “ una transición hacia la democracia”.
Luis: Pero
algunas monarquías duran ya muchos siglos y algunas repúblicas
también .
Pedro: Es cuestión de tiempo y
de la capacidad de engaño por parte de la oligarquía dominante. Hay
quien sabe esconder a la perfección una dictadura dentro de una
democracia formal. En este caso no se observará ni la alternancia.
Mientras estemos entretenidos en creer que vivimos en democracia y
que nuestros enemigos viven en dictaduras o viceversa, no abordamos
el verdadero problema de cambiar las relaciones internacionales
cambiando a su vez el sistema económico y social. Es por supuesto
lo que pretenden las oligarquías ya que su situación de privilegio
y los réditos obtenidos se siguen del mal funcionamiento de la
economía y la justicia así como de la organización de la sociedad
en estados.
Luis: La verdad es que siempre
presentan “ su” solución económica a los problemas de la
humanidad como si fuera la “nuestra”. Y en esto son muy
eficaces.
Pedro: Por supuesto, pero no
sólo “ su” solución económica sino también “su” manera
de intentar erradicar la pobreza en el mundo, de llevar adelante el
control de la natalidad, de tratar las relaciones familiares, la
diferenciación de roles entre hombres y mujeres, etc. Para
entender este tipo de eficacia hay que tener en cuenta, sobre todo,
el férreo control existente de los medios de comunicación con los
que se desvía la atención de los problemas creados y se ocultan
los ilegítimos instrumentos económicos utilizados.
Luis: ¿ A qué instrumentos
económicos te refieres?
Pedro: En primer lugar el
control de la acuñación de las diferentes monedas existentes en el
mundo por por parte de las oligarquías a través de los llamados
bancos centrales. Hace tiempo que los reyes y gobiernos republicanos
cedieron el derecho a la acuñación de moneda, presionados por las
deudas, consecuencia a su vez de las continuas guerras. Al estado se
le ha dejado simplemente emisión de títulos de deuda púbica. Si
el estado quiere recibir moneda de los bancos centrales que son en la
mayoría de los casos bancos mixtos cuando no totalmente privados,
debe emitir deuda.
Luis: ¿Quieres decir que el banco de Inglaterra, la Reserva Federal Norteamericana o el BCE son bancos privados?
Pedro: Sí, a pesar del nombre.
Ellos son los que mayoritariamente compran y venden la deuda de los
estados para beneficio de sus accionistas propietarios. Controlan
también así al el resto de los bancos y entidades financieras y a
través de ellos a la economía global. Los bancos centrales juegan
con un capital privado que hacen creer que es público del que
extraen ingentes beneficios. Teóricamente están controlados por
los gobiernos a través del presidente gobernador del banco central
y una serie de leyes emitidas por el parlamento pero esas leyes se
han cambiado cuantas veces ha sido necesario para provecho de esa
oligarquía mundial que los controla. Te puedes imaginar la distancia
que hay de la teoría a la práctica. De hecho los propietarios de
casi todos los bancos centrales pertenecen a familias de financieros
internacionales estrechamente relacionadas entre sí como los
Roschild, los JP Morgan, los Rokefeller, etc.
Luis: Ya veo que es poco
probable que prevalezcan los intereses de la sociedad y que en lo
económico ni siquiera el estado tiene el control de las decisiones
más importantes.
Pedro. Efectivamente. ¿ Acaso
no has oído hablar de la necesaria “ independencia” del banco
central en su toma de decisiones? En cualquier caso las
implicaciones entre las juntas militares de los estados, la élite
política del mismo y los financieros internacionales, propietarios
de los bancos centrales, son decisivas y en muchos casos existen de
por medio relaciones familiares.
Luis. Ya veo.
Pedro: Como acabamos de
comentar, el derecho de acuñación de moneda pasó de los reyes a
los goldmasters renacentistas, el equivalente a los banqueros
internacionales actuales. En algunos casos como en EEUU que con
motivo de su independencia de Inglaterra y consecuentemente del
Banco de Inglaterra, volvieron a acuñar durante un par de siglos.
Crearon así un imperio económico, pero acabaron finalmente por
pasar la acuñación de nuevo, vía corrupción del parlamento y la
clase política, a los financieros internacionales cuyos
principales negocios giran en torno a los estados y las guerras
entre los mismos. Así pues son ellos quienes toman principalmente
las decisiones sobre la emisión de moneda a nivel estatal e
internacional y son los principales acumuladores y propietarios de
oro en la actualidad, especialmente desde que las monedas dejaron de
utilizar el patrón oro.
Luis: ¿ Dónde está entonces
ese oro que sirvió durante siglos como apoyo a la emisión de
moneda?
Pedro. Parece un misterio. Es éste un tema para otra conversación. Ahora sigamos con la emisión de moneda. Hemos comentado que los estados para financiarse emiten deuda pública y a cambio reciben dinero que han de devolver a través de impuestos a los ciudadanos. Una manera de responsabilizar a la sociedad civil de las políticas erráticas de los estados y los gastos de la oligarquía financiera bajo la atenta mirada de la junta militar. Un negocio sin riesgos y enormemente lucrativo al alcance de una verdadera minoría.
Luis: Pero no acabo de entender
cómo se ha dado este proceso.¿ Por qué habrían de renunciar los
estados a fabricar su propio dinero si han dispuesto históricamente
en algún momento de esta prerrogativa? Me cuesta creer que el
poder económico y por tanto político no esté en la sociedad
civil pero que no esté ni siquiera en los representantes de estado,
me sorprende. Pero ¿ aunque la fabricación de dinero la hagan
entidades privadas no lo pueden hacer básicamente por interés del
estado?
Pedro: Por el interés del
estado puede, pero no por el interés de la sociedad. De la misma
forma que los estados son la versión fraccionada de un imperio, lo
son del poder económico internacional. Las fronteras existen para
las personas pero no para el capital. Las personas están sometidas a
leyes y tienen controlada su movilidad, lo que no ocurre con el
capital internacional. Las juntas militares al frente de los estados
además de estar para vigilar las fronteras, están para el control
de la población que vive dentro de las mismas. El gobernador del
banco central es tan títere como pudiera ser un presidente de
gobierno o incluso un parlamento entero. Para la oligarquía se
trata de mantener el equilibrio entre el poder de las armas y el
poder del dinero sin destruirse el uno al otro. Por eso son las
mismas personas quienes ocupan los lugares claves en las
instituciones financieras y del estado, incluida la junta militar.
Pero ten en cuenta que aunque el estado fabricara el dinero, como fue
el caso citado de EEUU durante dos centurias, debido al carácter
anónimo de la moneda, no serviría para hacer una sociedad más
igualitaria y justa. EEUU al llevar adelante una economía sin deuda
pública se convirtió en una potencia pues el beneficio de su
economía recayó sobre el estado, pero a su vez, dado el carácter
anónimo de la moneda, cavó su propia tumba. A pesar de las
grandilocuentes declaraciones de los “padres de la patria” en
cuanto a su independencia, en 1911 se creó la Reserva Federal, el
banco central estadounidense, y hoy día es el país más endeudado
del mundo.
Luis: No entiendo cómo se ha
podido producir esa pérdida de prerrogativa en la sociedad en
cuanto a la fabricación del dinero
Pedro: De la misma manera que se
ha producido la pérdida de los otros valores democráticos, por la
vía de la corrupción.
Luis: ¿ Tan fácil es de
corromper a los representantes del pueblo?
Pedro. A la vista está. Para
quien paga con moneda anónima no es corrupción es retribución por
los servicios prestados. El que fabrica y tiene el dinero anónimo
puede fabricarlo para bien o para mal: hacer posible una guerra,
eliminar a un presidente de gobierno o construir un arma mortífera.
En realidad no hay fuerza humana posible que pueda evitarlo.
Precisamente es la abundancia de dinero en manos de los financieros
internacionales lo que hace que su objetivo de vida no sea ya
acumular más dinero sino la estrategia geopolítica y la dominación
enfermiza de sus semejantes.
Luis: Pero
los gobernadores de los bancos centrales deberían impedir
que los financieros internacionales utilicen a los estados para
enriquecerse personalmente y sin embargo tú sugieres que se
enriquecen a través de los mismos y sin control alguno.
Pedro: Los accionistas de esos
bancos centrales son los que tienen el poder de decisión. Nadie sabe
lo que cobran por sus acciones puesto que es una entidad privada que
escapa al poder del estado. Tampoco se sabe los emolumentos que
cobran como como directivos de esas instituciones. Sólo se sabe lo
que cobra el gobernador del banco central y aún así con dificultad.
El resto escapa como digo al poder del estado y consecuentemente no
se hace público y si se hiciera no habría ninguna garantía de
veracidad.
Luis: Esto en la práctica
equivale a la inexistencia del estado.
Pedro: A
lo equivale es a dejar claro qué es el estado: un instrumento de
dominio sobre las personas que en realidad no les aporta sino
esclavitud, aunque se nos engañe con el eufemismo de estado de
derecho o de bienestar. Desde el momento en que se priva a la
sociedad del derecho de crear y manejar su propio dinero, asistimos
a lo funesto de sus consecuencias: vivir en ciclos de expansión y
crisis sin apenas control sobre los mismos y exponiéndonos a grandes
desastres, a la destrucción de la naturaleza y a los conflictos
bélicos. Siempre que se crea dinero mediante el crédito hay
que retirarlo una vez ejecutada la acción, para que la economía
siga funcionando y no se cree inflación. Por supuesto hay que
hacerlo de manera inteligente sin perjudicar a la economía real.
Sin embargo los intereses de la oligarquía entran en conflicto con
la inteligencia. Para ellos la economía real es algo secundario.
Luis. Ahora entiendo la
ineficiencia de quienes dicen gobernarnos..
Pedro: Así se explican los
vaivenes, los recortes, las incertidumbres de las políticas
económicas, los conflictos de intereses de clases. Pero el día en
que desaparezcan los estados y la sociedad recupere el control su
moneda y su dinero el interés en el préstamo desaparecerá.
Luis: ¿ Cierto?
Pedro: Cierto. El interés
aparece como consecuencia del riesgo que supone para el prestamista
dejar su dinero; pero si es la sociedad quien lo presta el interés
ya no es necesario, por lo menos de la misma manera como lo es en la
actualidad que distorsiona enormemente la marcha de la economía.
Luis: Del mismo modo ¿ dejará
entonces de haber deuda pública?
Pedro: La deuda pública en manos de la sociedad llegaría a donde es conveniente que llegue. Sin los excesos actuales.
Luis:
Si tan negativo es para la sociedad y para el estado. ¿
No le queda al estado la vía del golpe militar para recuperar
el derecho en la acuñación de moneda?
Pedro: Ya hemos comentado que
esto no es posible. Muchos de los miembros de las juntas militares
que gobiernan los estados pertenecen al grupo de accionista de los
bancos centrales o están relacionados con ellos. En cualquier caso
tampoco parece demasiado recomendable que el derecho de acuñación
de moneda estuviera en manos de las juntas de jefes militares , ni
serviría de nada, puesto que el problema es la existencia del
estado.
Luis: Pero
si ponemos en tela de juicio la existencia del estado ¿ acaso no
estamos argumentando a precisamente a favor de los financieros
internacionales y dejando definitivamente sin poder al pueblo?
Pedro: Se trata de uno de los
argumentos históricos esgrimidos para que el control de la
fabricación del dinero pasara a manos privadas. Al ser el estado
militarista por esencia, disponer de la decisión de fabricación y
acuñación de moneda, lo llevaría, como de hecho ha ocurrido
históricamente, a hacer la guerra en demasía. Los primeros en
advertir esto fueron los propios
financieros-industriales-armamentistas cuyo negocio no es destruir a
la humanidad en su totalidad sino su sometimiento.
Luis: Pues parece ser que
últimamente se les ha escapado de las manos.
Pedro:
Desde la finalización de la segunda guerra mundial se está
tratando de controlar el poder de destrucción acumulado que sólo en
el aspecto nuclear supondría destruir setenta veces la vida en la
tierra. De hecho se optó por el estado de bienestar como una
solución para evitar nuevas escaladas bélicas en aquel momento.
Pero se trata de un parche, una medida a medias. Estado de bienestar
es una contradicción en los propios términos. Por eso día a día
se está desintegrando. Es simplemente una situación entre guerras,
un paréntesis para el rearme, puesto que el negocio privado más
rentable sigue siendo la guerra.
Luis:
Me pregunto si los financieros internacionales no podrían ser
inteligentes y dadas las atrocidades que conllevan los conflictos
armados, dejar de invertir en armamento.
Pedro:
No creo que puedan evitarlo. Ten en cuenta que necesitan de las
juntas militares para controlar sus negocios con los estados. La
condición para el negocio de las deudas de los estados es tener en
el poder del estado a la junta militar y a su vez para tener en el
control a la junta militar es necesario invertir en armamento.
Luis
Lo que aboca a grandes masas de seres humanos a vivir de manera
permanente en la indigencia .Nunca dejará de sorprenderme la
ambición humana.
Pedro:
Yo me atrevería a decir más bien la idiocia humana encumbrada al
poder. Se creen inteligentes por efecto de los medios de comunicación
pero en realidad su nivel de inteligencia es mediocre. Pero
cada uno es responsable de
permanecer mediocre en su atroz individualismo, enfermar y no
convivir de manera armónica con sus semejantes.
Luis: Se trata entonces de
encontrar la manera de crear riqueza sin instituciones de dominación
ni mercados en donde se compra y venden no sólo objetos sino también
personas humanas.¿No es así?
Pedro: Es lo verdaderamente
inteligente. Con la presencia de los ejércitos esto no es posible.
De nada sirve decir que hemos conseguido extinguir la institución de
la esclavitud en un intento de considerarnos sociedades y personas
moralmente irreprochables, ya que de hecho se han desarrollado otras
instituciones como la del trabajo asalariado que siguen siendo un
instrumento de dominación. Hay que conseguir realmente destruir esa
realidad social llamada “ dinero-arma” para vivir en libertad y
no desaparecer como especie en el planeta Tierra.
Luis. Volvamos
al tema de la cultura y los bloques estratégicos. Hoy día se habla
como si fueran sinónimos de bloques culturales de carácter
internacional. Se aduce que las nuevas tecnologías están ampliando
día a día el marco de cada cultura de manera que cada vez se
interrelacionan más entre sí y que la humanidad llegará en un
breve plazo de tiempo a tener una cultura común.
Pedro:
Esa cultura de la que hablan no es realmente cultura. Ya hemos
comentado que los bloques geoestratégicos están organizados en
torno a un complejo financiero- industrial-armamentista. En algunos
casos parecen coincidir con marco de una determinada cultura pero
ésta tiende a desaparecer en cuanto cultura singular y diversa
dentro de su territorio. Lo que la sustituye es en realidad la
anticultura de la la guerra en la que la creatividad está orientada
al descubrimiento del arma cada vez más mortífera. El resto de
actividades llamadas creativas se toleran siempre y cuando no pongan
en entredicho el desarrollo del complejo
financiero-industrial-armamentista.
Luis: Entonces,
la cultura que se dice promover desde los estados no es tal.
Pedro: No
es tal. La cultura sólo puede surgir de la sociedad civil por la
simple razón de que se trata de un acto de creatividad social. Los
estados ahogan la cultura y , como no pueden decir que lo hacen,
crean una subcultura de masas que apenas es creativa ni ofrece
soluciones a los problemas que tiene planteada la sociedad. Las
culturas tradicionales, las que se crearon antes de formarse las
sociedades estatales, ocupan territorios pero, por ser algo vivo
cuyo fundamento básico es la creatividad, son territorios sin
fronteras. Por el contrario, los estados nacen con la delimitación
de unas fronteras, rígidas, cuya violación será considerada acto
de guerra. Por otro lado, la cultura tampoco responde de manera
creativa a la organización jerárquica. Por tanto es una
contradicción en los términos hablar de una cultura militar o
estatal. La verdadera cultura lleva consigo la capacidad para la
resolución de los conflictos y el cambio, de ahí su intento de
anulación por los complejos financieros-industriales- armamentistas.
Luis: Así
pues no se han formado los actuales bloques geoestratégicos por
influencia de cultura alguna ni hay ninguna cultura que defender con
la armas.
Pedro: Efectivamente. Las
verdaderas culturas tienden a diversificarse no a homogeneizarse.
Sólo las alianzas militares explican la creación de los actuales
bloques geopolíticos: UNASUR, EEUU, CHINA, INDIA, PAISES ÁRABES,
EUROPA, RUSIA etc. Esta presión homogeneizadora aumenta el riesgo
de confrontación internacional ya que por un lado se produce un
pensamiento cada vez menos diverso, más rígido y por otro lado
ese pensamiento percibe lo que hay de diferente en otra cultura
como un peligro. La cultura verdaderamente diversa percibe la
diferencia como una oportunidad de mejorar la convivencia.
Luis: Sin embargo hemos llegado
a creer lo contrario : que el hecho de homogeneizar la conducta
social y pensar de manera semejante disminuiría el peligro de
conflagración entre estados o bloques geopolíticos.
Pedro: Pues ya ves que no. Es
precisamente la creatividad la que ofrece las soluciones. En la
medida que nos proveemos de armas cada vez más sofisticadas y
poderosas ponemos obstáculos a la convivencia, aumentamos el riesgo
de confrontación y cercenamos la inteligencia personal y social . Es
decir ,bloqueamos la posibilidad de solucionar nuestros propios
conflictos.
Luis: Ya entiendo. Desde la
ideología del estado se percibe a la diversidad con extrañeza y
temor.
Pedro: Así es. Como
consecuencia del pensamiento único se construye un dogma desde el
que se ve al resto de “culturas” como enemigos del dogma. El
peligro de confrontación mutua es muy real, puesto que también hay
dogma, rigidez jerárquica y organización de carácter militar en el
otro bloque geoestratégico. A esto hay que añadir la necesidad que
tiene cada bloque de seguir alimentando su complejo
financiero-industrial-armamentista que necesita para su subsistencia
de los bienes y personas que están en el territorio vecino y al que
no dudará en invadir en cuanto se de una pérdida en la correlación
de fuerzas. El cómo incluye por supuesto la corrupción. Por
el contrario la creatividad cultural es pacífica, no busca
la confrontación sino todo lo contrario necesita de la no
confrontación para progresar y por ello inhibe el conflicto e
incluso lo supera por su propia dinámica. El pensamiento único
atrofia la mente y crea una especie de paranoia en que predomina el
temor a la confianza, base de la convivencia. Por desgracia al estar
el mundo dividido en estados, esta paranoia se retroalimenta hasta el
punto que es difícil ver una salida a la humanidad que no pase por
algún tipo de conflagración generalizada.
Luis: Esperemos que el
desarrollo de la verdadera cultura se abra paso y lo evite.
Pedro: Cuando
más diversidad haya más posibilidad existirá de que alguien, desde
su perspectiva y su conducta diversa, ofrezca la solución a la mutua
destrucción. Es el mismo principio que rige la biodiversidad.
Destruir una especie es destruir la posibilidad, en un momento dado,
de encontrar la solución a una determinada enfermedad o a un
problema humano de cualquier otra índole. Pues es posible e incluso
me atrevería a decir necesario, que la solución esté ya codificada
en cualquiera de los genomas animales en espera de su descubrimiento
y utilización. Lo mismo podemos decir de la conducta social. En la
actualidad caminamos hacia una conflagración mundial porque se han
destruido y se siguen destruyendo culturas en cuya forma de
organización social pudiera estar la clave del futuro convivencial
en paz de los seres humanos.
Luis. ¿ Quieres decir que es
posible que todavía exista algunas culturas que sean
intrínsecamente pacíficas, capaces de establecer relaciones
igualitarias entre sus miembros ? ¿ Sociedades que no necesite de la
defensa armada para su supervivencia?
Pedro: Existen y son una
alternativa a la suicida organización internacional actual.
Luis: Una sociedad así debe
vivir en la abundancia pues los recursos dedicados a la defensa
comprometen de continuo el desarrollo social. Quisiera saber dónde
está esta sociedad que consideraré utópica hasta que la
encuentre.
Pedro: Es evidente que este
tipo de sociedades igualitarias, sin organización armada, están
ocultas para sobrevivir en un mundo donde sus congéneres sí están
armados y utilizan instrumentos inquisitoriales y represivos para
combatirse los unos a los otros.
Luis: Hablas como si los estados
fueran instituciones depredadoras del entramado social y las
sociedades pacíficas sus posibles víctimas.
Pedro: Lo son. Por ello las
sociedades igualitarias que no han sido eficaces en su “camuflaje”
han desaparecido o van camino de la extinción. Basta mirar al
interior de cada uno de los bloques geopolíticos que hemos
nombrado y las veras sucumbir. Sobreviven las que se han hecho
invisibles a los ojos de los complejos financieros-
industriales-armamentistas.
Luis: No parece muy prudente
señalarlas ni mostrar dónde se hallan.
Pedro: No lo es. El ruido
mentiroso, vacuo y represor de los medios de comunicación actuales
en mano de los citados complejos financieros
-industriales-armamentistas, las protege.
Luis: Consuela saber que están
protegidas.
Pedro: Estamos ante una de esas
paradojas que hace que nazca la vida allí donde no existe. La
extrema militarización de la sociedad y sus correlatos de violencia,
injusticia, mentira y corrupción hacen que la sociedad justa y
pacífica del futuro esté al margen, pues sólo se puede acceder a
ella en la medida en que se renuncia al estado.
Luis. El
resto configura un panorama desolador.
Pedro: Así está organizada
en este momento la sociedad mundial.
Luis: ¿ Organizaciones como la
ONU, el FMI, la UNESCO, el BM , etc. están al exclusivo servicio de
quienes detentan el poder económico y militar?
Pedro. No se puede servir a dos
señores.
Luis: Ahora comprendo porqué
la inoperancia y la corrupción acampan por los despachos de estas
organizaciones.
Pedro: La organización militar
es jerárquica y organizada en castas, clases, niveles de grado o
mando, como se les quiera llamar. Y es exactamente el modelo aplicado
en todos los estados, los bloques geopolíticos y las organizaciones
internacionales existentes en la actualidad a pesar de que las
apariencias puedan sugerirnos lo contrario. La utilización dolosa
del lenguaje y la mentira sistemática es parte del trabajo que se
encarga a las empresas de comunicación de alcance internacional. La
noticia se fabrica bajo la atenta mirada de la oligarquía mundial y
los medios de comunicación a su servicio no hacen sino divulgarlas.
Un capítulo más la manipulación humana consecuenci de la moneda
anónima y el mercado opaco. Los ciudadanos que viven en el seno de
cada bloque geoestratégico están convencidos de que viven en el
mejor marco democrático posible, mientras acusan al resto de los
ciudadanos que viven en los otros bloques de violentos, ignorantes,
primitivos, manipulados por sus élites y faltos de democracia. Pero
todos los complejos financieros-industriales-armamentistas tiene el
mismo modelo de estructura jerárquica y por tanto antidemocrática.
.
Luis: Pero si negamos la
existencia de la democracia ¿ No se asemeja el mundo a un polvorín?
Pedro: Así es. La metáfora
del polvorín es apropiada. Cada uno de estos bloques geopolíticos
sólo pueden sobrevivir consiguiendo recursos que tienen los otros.
Existe un equilibrio tan inestable que es de prever que salte por
los aires en cualquier momento.
Luis: ¿ Hemos de concluir que
todos los bloques geopolíticos son igualmente imperialistas? ¿ Hay
alguna diferencia de grado?
Pedro: No. Las sociedades
pueden ser diferentes pero sus estados no lo son.
Luis: Pero se nos informa
continuamente que el mercado de intercambio de bienes entre bloques
funciona, que en muchos casos hay una verdadera colaboración y que
eso evita la guerra.
Pedro: La
colaboración es sólo aparente. Más aún, añadiré que en
realidad la colaboración actual es sólo un intento de evitar y
retrasar lo inevitable: el colapso de una organización
internacional basada en estados que puede ir acompañada de una
conflagración bélica de carácter internacional.
Luis: Se trata de un pensamiento
deprimente y desalentador.
Pedro: ¿ Qué bloque
geoestratégico será el primero en reconocer que su propio complejo
financiero-industrial-armamentista esta violando los derechos de sus
ciudadanos o dejará de justificar sus intervenciones militares en
el exterior?
Luis: Es siempre más
fácil ver la viga en el ojo ajeno.
Pedro: Es la ley del
“sálvese quien pueda”.
Luis: Un mundo
gobernado por locos.
Pedro: No te quepa la
menor duda.
Luis: Pero habrá algún tipo de
solución a este estado de cosas que evite el cataclismo.
Pedro: La hay. Como hemos
insinuado al principio de nuestra conversación el sistema
financiero y productivo actual es inestable. Lo es, entre otras
cosas, por falta de democracia en sus instituciones. De hecho hasta
ahora nunca la humanidad se ha planteado tener unos sistemas
financiero y de producción de bienes democrático y sin embargo ésta
es la condición necesaria para frenar el camino iniciado hacia la
autodestrucción. Y es por ello que las llamadas democracias actuales
degeneran con facilidad en estructuras dictatoriales. La verdadera
democracia empieza por sus sistemas financieros y de producción.
Luis: Pero ésto está muy
lejos de ser una realidad. Es evidente que la democracia no ha
llegado a la empresa y mucho menos al mundo de las finanzas. Me
pregunto si acaso es posible.
Pedro: Es posible, como hemos
comentado al principio, cuando cambie la moneda y el mercado se
haga transparente.
Luis: ¿Quieres decir que de la
misma manera que la moneda mutó de documentada a anónima, ahora
debe mutar de nuevo para que sean posible cambios económicos que
incluyan unos medios de producción democráticos y un comercio
justo? ¿Estas sugiriendo acaso que se vuelva a documentar toda
transacción económica habida para que vuelva a haber justicia?
Pedro. En
la actualidad la mayoría de las transacciones económicas al ser
digitales están registradas; pero son un instrumento para la
justicia sólo cuando hay que perseguir a alguna persona que no
detenta el poder. Las oligarquías quedan al margen.
Luis: Entonces, es una manera
de hacer creer que la justicia existe. ¿ No es así?.
Pedro: Mientras haya una
proporción de dinero que escape al control de la justicia no
funcionará un sistema económico justo. La oligarquía utiliza
paraísos fiscales y lugares de encuentro secretos en los que no se
documentan las transacciones.
Luis: ¿ Qué transacciones?
Pedro: Las
que corresponden al comercio de la droga, el comercio
de armas, la trata de blancas, los fondos reservados de los estados,
las donaciones de algunas fundaciones internacionales, el soborno de
tipo político y también industrial, etc. etc.
Luis: Parece que el dinero
primero fiduciario de papel y ahora digital lo han dejado para
nosotros y el dinero anónimo, es decir, el oro lo siguen reservando
para ellos. Me temo que quien sale beneficiado con este proceder no
va a permitir el cambio.
Pedro: No obstante el cambio en el concepto del dinero y la documentación necesaria de las transacciones económicas se impondrá, aunque se reserven por un tiempo la utilización del oro para las que mantienen ocultas. En realidad no sabemos cuándo, pero ocurrirá .
Luis: Antes me parecías
profundamente derrotista y ahora me pareces todo lo contrario,
enormemente optimista. ¿ Tienes acaso conocimiento de qué lo va a
hacer posible?
Pedro: Un sistema inestable,
colapsa cuando falla alguno de los imputs necesarios para su
retroalmentación. Al abandonarse el patrón oro la moneda anónima
mutó y aunque siempre había sido fiduciaria, es decir basada en la
creencia del funcionamiento del propio mercado, en la actualidad se
apoya en el sistema de producción de cada país. Así pues mientras
los bloques financieros-industriales-armamentistas necesitan de la
guerra para vivir, por primera vez en la historia, se abre paso un
tipo de comercio que necesitan de la paz para funcionar. A través
de esta contradicción se abre paso la moneda digital, lo que
llevará a su vez a una devaluación casi total del oro, al perder su
función como moneda internacional opaca. Pero hay algo más. La
moneda digital tiene otra virtualidad no menos importante :
es un instrumento y puede ser utilizada por grupos sociales
reducidos.
Luis: ¿ Estas insinuando que
cada grupo social puede crear su moneda propia?
Pedro: Así es. Se trata de
una función revolucionaria. Por eso creo en el cambio.
Luis: Ahora entiendo que
preconices la desaparición del estado.
Pedro: Si frente a un sistema
económico en perpetua contradicción en el que muchos ven ya su
agotamiento, que destruye a la persona humana y la hace sufrir y
enfermar , aparece la posibilidad de que las comunidades, cuando más
pequeñas mejor, puedan organizar su vida de producción e
intercambio al disponer de una moneda propia, documentada y
transparente, el cambio puede ser revolucionario. El éxodo de las
personas a este nuevo sistema se hará imparable y habrá un punto
crítico en que el viejo sistema colapse con rapidez. Esto es lo que
creo que ocurrirá. Todo dependerá de la rapidez con que se creen
estas nuevas comunidades con moneda propia que desarrollarán un
mercado al margen de los estados.
Luis: Pareces tener fe en que
el dinero digital hará a las sociedades más igualitarias y
horizontales
Pedro:
La moneda digital hará posible el dinero social, los medios de
producción dejarán de ser privados para volver a ser comunitarios
como ya lo han sido en algún momento de la historia. Los medios
de producción democráticos competirán de manera exitosa con las
entidades privadas, incluidas la multinacionales. Con la pérdida de
la propiedad privada en muchos sectores sociales y la desaparición
del accionarado anónimo, los medios de producción democráticos se
resistirán a la fabricación de armas o simplemente se negarán a
fabricarlas. De hecho bastará una relativa resistencia a hacerlo
para que el sistema económico actual basado en la carrera
armamentista se venga abajo en un periodo relativamente corto, desde
el punto de vista histórico.
Luis: Algo así como ocurrió
con el sistema financiero-industrial-armamentista de la antigua URSS
cuya rápida caída nos sorprendió a todos y del que por cierto se
han recuperado por el mismo camino por el que se creó, abriendo un
mercado importante para su producción de armamento.
Pedro. Era de esperar. Ya hemos comentado que si no cambia el concepto anónimo del dinero los imperios resurgen con sus correspondientes lacras de corrupción, violencia, etc. Existe la posibilidad de que los bloques geopolíticos y sus equivalentes sistemas financieros-industriales- armamentistas se soporten unos a otros por un tiempo, pero la desaparición de la propiedad privada ante la eficacia de la propiedad comunitaria en los medios de producción, precipitará su final.
Luis. ¿Volverá a ser posible
la convivencia pacífica entre lo seres humanos.
Pedro. Eso espero.
Luis. ¿
Desparecerán las temidas crisis económicas?
Pedro: Con
la posibilidad de documentar las transacciones económicas aparecerá
la posibilidad de crear una ciencia económica más exacta. Pero lo
más importante es que las decisiones de tipo económico las tomará
de nuevo el ser humano conviviendo en sociedad, lo que supondrá una
potenciación de la inteligencia.
Luís.
Has pasado de dibujar un panorama catastrófico y desolador a una
panorama casi bucólico para la humanidad.
Pedro: Me has pedido que insinúe
cómo llegar del estado actual a la utopía propuesta.
Luis: Entonces ¿Es así como
prevés que se producirá el desarme a nivel internacional?
Pedro: Así es. No veo otra
manera. Primero se producirán los cambios señalados, principalmente
el relativo a la propiedad privada y a su vez se producirá un freno
a la corrupción y a la mercancía de seres humanos. Es entonces
cuando la humanidad tendrá en sus manos la posibilidad d eliminar
sus arsenales.
Luis:Esperemos que estos cambios
que preconizas se produzcan pronto, pues realmente es enfermizo y
arriesgado vivir en un mundo como el actual. Ante la posibilidad de
un mundo mejor, siento la nostalgia de no llegar a verlo y poder
disfrutarlo
Pedro: Efectivamente es posible
que esta sociedad convivencial, igualitaria y justa tarde en llegar.
No es un consuelo, como dices, pensar que esa sociedad pertenece la
futuro. Todos estamos vivamente necesitados de justicia, de amor y de
paz. Pero existe un camino para trasladarse a esa sociedad
convivencial e igualitaria para quien así lo desee. Pero
de eso hablaremos en otra ocasión pues ahora ya es tarde y es
necesario retirarnos.
Luis: Deseo
darte las gracias una vez más, amigo Pedro, por tu atención y
amabilidad. La conversación de hoy me ha resultado
interesante a pesar del largo tiempo que hemos dedicado a ello.
Pedro: Ha sido un placer haber
podido hablar de nuevo contigo. Nos veremos en una próxima ocasión
para profundizar de algunas de las ideas en las que hoy no ha sido
posible hacerlo.
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