Luis: Hola, Pedro, hace tiempo
que quería hablar contigo, pues hay algunas preguntas que rondan mi
cabeza.
Luis : Sí,es la ventaja de la
amistad. Todo el mundo tiene necesidad de ser escuchado de vez en
cuando.
Pedro :
De este modo posibilitamos que el pensamiento se objetivice y uno se
conozca mejor. Además nuestros pensamientos se complementan y
desarrollan con el punto de vista de los demás. Pero ¿Qué
es lo que me quieres comentar ahora? Luis.
Luis: Sabes que hoy día se
habla mucho de la inteligencia emocional
Pedro: Es cierto, desde la
publicación del libro de Daniel Goleman “ La inteligencia
emocional”, allá por el año 1995 , hay mucha gente que se ha
interesado por este aspecto de la inteligencia y más aún de la
propia vida. Muchos han descubierto que existe una parte emocional en
nuestra existencia que es de capital importancia.
Luis: Un aspecto si no olvidado
por lo menos minusvalorado.
Pedro: Este descuido se debe a
que existe una sobrevaloración de lo racional en la educación que
hemos recibido y que ha ignorado que la inteligencia tiene un
componente emocional ineludible.
Luis: Parece peligroso, este
descuido.
Pedro: Y lo es, pues si
descuidamos aspectos que son importantes para la adaptación social
¿ qué será nuestra vida sino un completo despropósito? ¿ Cómo
vamos adaptarnos al entorno humano e incluso físico si no
entendemos bien o prescindimos de las emociones, uno de los
instrumentos más valiosos que ha desarrollado la naturaleza para las
relaciones entre individuos y grupos?
Luis: Ahora que sabemos que en
el ser humano la parte emocional es tan importante como la parte
racional podemos pensar que hubiera sido mejor definir al ser humano
como un ser “emocional racional” y no como “animal racional”.
Al utilizar Aristóteles el concepto de animal,
aunque hacía referencia a las emociones de las que estamos hablando,
no se ha entendido sino en un sentido peyorativo, como si tuviéramos
una parte realmente humana, la racional y una naturaleza de menor
rango, la animal.
Pedro: Puede ser. El tema es
complejo. Lo importante es comprender qué son las emociones y los
sentimientos para plantearnos a su vez qué debemos y podemos
hacer con los instintos.
Luis: Porque hay emociones
destructivas ¿ No es así?
Pedro: Así es. Cuando se odia
a un semejante, surge el sentimiento de revancha y violencia contra
él. Se desea su destrucción y diferentes emociones acompañan a ese
deseo tanto en la ejecución como en el resultado. Se puede llegar a
disfrutar de herirle o darle muerte.
Luis: Pero dejemos para otro
momento el análisis de las emociones destructivas e
incluso la pregunta sobre el funcionamiento del instinto. De lo que
quería hablar es de la conclusión a la que he llegado al
reflexionar sobre las emociones. ¿No es cierto que la enorme
diferencia existente en la manera de ver la vida, en los pensamientos
que elaboramos, en el lenguaje que utilizamos en nuestros discursos
que dejan frecuentemente perplejo al interlocutor, incluido el amigo,
es debida al componente emocional de nuestra inteligencia?
Pedro: Sí,es cierto. Hay algo
que nos sorprende profundamente y es darnos cuenta de que por más
que hablemos y nos comuniquemos con nuestros semejantes nunca
llegamos a tener un mismo punto de vista. Este fenómeno es
claramente observable en el caso de los amigos con quienes se habla
con confianza de los muchos aspectos que nos preocupan en la vida a
veces con la angustia presente de necesitar encontrar otro punto de
vista. En ocasiones, cuando parece que está habiendo una buena
comunicación y parece que existe coincidencia en el punto de vista
sobre algún asunto, súbitamente,sin saber bien porqué, te envuelve
una sensación de extrañeza sobre lo que te está diciendo y ves
que él tampoco te entiende. Más aún en algunos casos observas,
contra tu voluntad y tu intención, que ha sido afectado
emocionalmente con lo que le has dicho y que su reacción te es
adversa.
Luís: Si es cierto, pero así
se propicia el diálogo. Si todos pensáramos lo mismo no habría
diálogo.
Pedro: Cierto, el diálogo es
fundamental para las relaciones humanas, pero yo me refiero a la
toma de conciencia de nuestra radical individualidad que en algunos
momentos de nuestras vidas se transforma en angustia pues como seres
sociales que somos queremos comunicarnos y nos sentimos bien cuando
hay comprensión. .
Luis: Bueno, aunque dialoguemos
e incluso discutamos, si existe amistad o amor la relación se
recupera. Supongo que lo social no se basa exclusivamente en la
comprensión racional sino en algo más profundo.
Pedro: Me preguntas si esas
diferencias en la forma de pensar, de razonar, de ver la vida o
hablar surgen de la parte emocional del ser humano y nos hacen
totalmente singulares¿no es así?
Luis: Sí, algo así. Y no
sólo totalmente singulares sino prácticamente inaccesibles unos a
otros.
Pedro: Las emociones son fuente
constante de paradoja. Cualquier conducta humana viene acompañada
de emociones incluso el simple lenguajear.
Luís: Sí, es evidente que las
emociones acompañan al lenguaje.
Pedro: También es evidente que
el lenguaje desata emociones.
Luis: Sí, también parece
evidente.
Pedro. En la vida diaria observamos que el lenguaje y las emociones se retroalimentan. Pero se trata de dos componentes de nuestra inteligencia y nuestra personalidad diferentes. Por un la do el lenguaje desata emociones y las emociones hacen hablar a la gente pero por otro lado mientras el lenguaje comunica conceptos, las emociones no lo hacen, no trasmiten conceptos.
Luis. Vuelvo pues a insistir en
mi pregunta ¿ Qué hacen realmente las emociones? ¿ Nos unen en
cuanto seres individuales o nos separan en mónadas irreductibles?
Pedro: Las emociones en
realidad indican que estamos unidos. Cada uno vive la emociones de
manera única, personal y posiblemente intransferible en su
complejidad pero tienen la virtualidad de mantenernos unidos
provocando un tipo de contacto que llamamos emocional.
Luis Me estás hablando
entonces de dos sistema de comunicación diferentes el racional y el
emocional que me imagino a su vez que estarán interrelacionados.
Pedro. Así es
Luis Pero a mi me interesa
comprender el sistema de comunicación emocional. El racional ya lo
conozco. Ha dado lugar a la lógica, a la matemática, a la ciencia,
etc.
Pedro: Decía que las
existencia y presencia de las emociones indican que los seres
humano,seres individuales irreductibles unos a otros, formamos parte
de una realidad que podemos llamar “ superior o transcendente” :
el grupo social humano.
Luis: ¿ Quieres decir que
las emociones serían algo así como la puerta de entrada a ese mundo
unitario que subyace a la conducta individual del ser humano?
Pedro: Efectivamente. Por
definición la conducta social es algo que nos trasciende ya que es
el resultado de la interacción de varios individuos, es decir algo
nuevo y por esa misma definición más complejo. Las emociones nos
proporcionan la conciencia de que somos seres grupales es decir
sociales. De esta consciencia surge la ética, la moral y las leyes
sociales en general.
Luis: Consecuentemente
no podemos guiarnos exclusivamente como si fuéramos seres
individuales.
Pedro: Efectivamente, aunque
también como individuos somos merecedores del respeto social a
nuestra individualidad.
Luis: Esto me hace pensar que
pueden haber dos extremos: el individualismo por una parte, y el
gregarismo por otra.
Pedro: Así es. Posturas
ambas difíciles de evitar, de lo que hablaremos más adelante.
Centrémonos ahora en la conducta emocional que nos hace consciente
la pertenencia a una realidad grupal que, como hemos dicho, nos
trasciende.
Luis: Algo difícil de admitir,
pues no nos es agradable sentir que no controlamos nuestro destino.
Pedro: Y realmente no
controlamos nuestro destino. Las emociones nos llevan en muchas
ocasiones hacia donde no queremos o por lo menos a donde no habíamos
previsto. No obstante nuestra individualidad permite cierta
variabilidad de reacción ante un acontecimiento social que nos
trasciende. En general, no consideramos racional al sistema de
comunicación de las emociones porque trasciende nuestra racionalidad
individual.
Luis: Pero podríamos hablar de
una racionalidad social.
Pedro: En ese caso deberíamos
pensar que existe un racionalidad superior.
Luis: Muchas personas creen en
la existencia de Dios.
Pedro: Así es, pero en el plano
de las emociones pensar que existe una racionalidad superior
equivaldría a decir que nuestras emociones responden a un plan.
Luis. Sí claro. Se dice que
Dios escribe en renglones torcidos o que lo que está ocurriendo es
su voluntad.
Pedro: Pero nosotros no lo
sabemos, ni nos atañe en cuanto seres individuales interrelacionados
por las emociones. Hablamos de lo que nos ocurre, no de lo que nos
pueda ocurrir. Y lo que nos ocurre es que nos comunicamos de una
manera un tanto extraña, nos comunicamos mediante las emociones la
mayoría de las cuales nos trascienden. Creemos relacionarnos
mediante el lenguaje racional pero rápidamente nos damos cuenta de
la poca consistencia de lo que hablamos y de que casi todo es
relativo, sin embargo las emociones hacen que recordemos nuestras
vivencias y las reelaboremos una y mil veces dando lugar al
pensamiento final que a su vez comunicamos y ejecutamos.
Luis: Pero ahora descubrimos que
lo irracional o por lo menos lo no-racional guía la mayor parte de
nuestras vidas y que el instrumento de comunicación de lo
no-racional son las emociones.Vuelvo a señalar que es difícil de
aceptar, cuando hemos descubierto la importancia de las emociones en
nuestras vidas, no saber a donde nos llevan las emociones.
Pedro. Algo sabemos.
Luis ¿ Qué sabemos?
Pedro: Por un lado hemos dicho
que son el componente de nuestra vida social.
Luis Pero la vida social y en
concreto nuestra vida social es el claro ejemplo de una complejidad
que nos trasciende.
Pedro: Por tanto podemos
hacernos la pregunta sobre qué es más real en nosotros mismos, si
nuestra vida individual o nuestra vida social.
Luís: Una pregunta importante
a la hora de saber cómo conducirnos como seres humanos pero
imposible de contestar.
Pedro: Imposible de contestar si
queremos responde al concepto de “ más o menos real”, pero fácil
de contestar si damos por reales ambos componentes de nuestra
inteligencia.
Luís: Quieres decir que
podemos ser conscientes de que no sólo somos reales en cuanto
individuos sino que somos igualmente reales en cuanto grupo social.
Ahora me doy cuenta que cuando hablamos de inteligencia emocional
estamos hablando de inteligencia social.
Pedro: Y desde el principio
hemos dicho que ha sido un fallo del racionalismo no darse cuenta
tanto de nuestro potencial de inteligencia social así como de su
aplicación práctica. La manera de conducirse las personas en grupo,
la relación interpersonal, la relación social es la que ha
determinado y determina nuestras emociones y viceversa nuestras
emociones las que determinan nuestra relación social actual. Si
tenemos una personalidad fraguada en las emociones vividas en la
infancia es porque somos seres sociales por antonomasia, porque
necesariamente nos hemos desarrollado en la matriz de una sociedad,
familiar, nacional, cultural etc. Y esa personalidad determina
nuestra vida social actual a veces con rigidez y a veces con
flexibilidad dependiendo de cómo cada uno haya elaborado esas
emociones.
Luis: Al oírte este
razonamiento me doy cuenta de la importancia que han de tener para el
individuo esas tres matrices de las que has hablado: la familiar,
la nacional y la cultural.
Pedro: No es difícil observar
que cualquier conversación y no digamos cualquier intento de
modificación o revisión de un hábito de conducta, está
relacionado con esas tres matrices y por ello levanta verdaderas
pasiones.
Luis Así pues podemos decir
que, en contra de las apariencias, no es el lenguaje la argamasa de
lo social sino las emociones.
Pedro. Hasta cierto punto. Sería
más exacto decir que el lenguaje sólo funciona sobre la base de
las emociones. Así puede ser deformado, tergiversado en su
comprensión e incluso anulado según sean las emociones presentes.
Es decir según sea la relación social establecida.
Pedro: En cierta manera también
el enunciado contrario es verdadero. El lenguaje puede modificar
las emociones y conseguir de esa manera una mejor comunicación entre
los seres humanos o en algunos casos un bloqueo de la comunicación.
Esta es la tesis de Humberto Maturana y Francisco J.Varela. El
lenguaje social es el instrumento que nos permite modificar las
emociones que a su vez nos permiten la relación social. Hablar para
cambiar el lenguaje personal, cerrado, que constituye nuestra
racionalidad. Emocionarse para hablar de manera social y no elaborar
soliloquios racionales y también dialogar para emocionarse. Pero
advierte Luis que lo social no se acaba en el diálogo entre dos, en
la pareja, sino que debe haber un tercero, un cuarto, un quinto....
Luís: ¿ La palabra de un
tercero? No llego a comprender lo que dices.
Pedro: Las emociones son el
componente básico de la interrelación entre individuos. Por tanto
nunca una interrelación puede quedarse entre dos personas del mismo
modo que un individuo no puede desarrollarse aislado. Decimos que las
emociones se contagian y esto ocurre porque siempre que se juntan
dos o más personas las emociones se activan y de alguna manera ya se
están expresando. Si embargo si sólo hablamos con la razón
podemos guardar silencio sobre lo que no nos interesa comunicar.
Luis: Pero las emociones también
pueden ser escondidas.
Pedro: Sí, puede hasta cierto
punto haber un silencio de emociones, pero por breve tiempo si las
personas interactuan. Sabemos que el lenguaje de las emociones es
corporal lo que hace muy difícil su control. En cierta manera no
deberíamos hacer una separación demasiado radical entre lo racional
y lo emocional, entre el lenguaje y las emociones, porque a la larga
el lenguaje se comportan casi de la misma manera que las emociones,
pero podemos aceptar algunas diferencias. El caso es que esa tercera
o cuarta persona de la que hablamos puede mediar ( para bien o para
mal) en las emociones producidas por el contacto entre dos personaas
y aquí está el quid de la dialéctica entre lo social y lo
personal.
Luis Explicate.
Pedro: Los seres humanos en
cuanto individuos construyen su personalidad en la infancia y la
modifican a lo largo de su vida, aprenden a manejar algunas de sus
emociones, conocen algunos de sus sentimientos y desarrollan un
pensamiento y un lenguaje propio en en el marco de una matriz
social.
Luis: Eso hemos dicho
Pedro: El resultado puede ser un
individuo en equilibrio con la sociedad o, lo que parece sinónimo,
consigo mismo. O por el contrario un individuo desequilibrado.
Luis: Quieres decir que cuando
una persona está desequilibrada individualmente es porque lo está
socialmente y viceversa.
Pedro: Eso digo.
Luis: Ya entiendo. Entonces
desde el punto de vista social el concepto de equilibrio es
fundamental.
Pedro: Eso es. Y las emociones
humanas , como las emociones animales, tienen que ver con ese
equilibrio o desequilibrio personal que es al mismo tiempo social y
viceversa. Las emociones positivas y las emociones negativas o
destructoras tienen que ver con el equilibrio personal que, como
acabamos de decir, a su vez es un equilibrio social.
Luis: Se me ocurre entonces
pensar por un lado el lenguaje es una especie de puente entre lo
racional y lo emocional y por otro que lo racional tiene sentido,
del mismo modo que lo emocional, en el contexto del equilibrio
social.
Pedro: Efectivamente no tiene
sentido alguno fuera de dicho contexto. ¿ No resulta penoso ver a
la gente queriendo tener razón y obstaculizando de este modo la
relación social ?
Luis: Es normal, cualquier
persona suele estar convencida de lo que habla y cree tener la razón
Pero: Y sin embargo desde el
punto de vista social esto no es posible. O se tiene una parte de la
razón que llamaríamos general o simplemente nadie tiene la razón.
No se puede tratar de defender la razón como si de una conquista
personal se tratara. El que cree tener razón es un peligro.
Justificará su violencia apelando a que tiene la razón. De hecho
la razón es el instrumento del poderoso para imponer su voluntad.
Cuando más loca está una persona generalmente más cree tener la
razón. No lo digo yo, está en la literatura y en el lenguaje
popular.
Luis: Es cierto, se dice que a
los locos hay que darles la razón.
Pedro: No hay más que leer el
Quijote. Cuando más está una persona fuera de la realidad que le
rodea, más cree tener la razón. Y para no tener que sufrir su ira
hay que darle la razón.
Luis: ¿ Está entonces la razón
relacionada con la ira?
Pedro: En el Quijote los
episodios de ira por parte de D. Quijote son frecuentes. Esta
paradoja está magistralmente descrita por Cervantes. D. Quijote ha
perdido la razón y por eso cree tener la razón. Entra así en el
círculo vicioso de la violencia. No se le puede dar la razón porque
no la tiene pero hay que dársela porque no la tiene. D.Quijote se
enfada de que nada a su alrededor funciona según le indica su razón.
Quienes le rodean no pueden hacer funcionar las cosas según el
criterio de D. Quijote porque entonces entran en conflicto con ellos
mismos y con la sociedad, pero a su vez si no siguen dicho criterio
el que se enfada y proyecta su violencia es D.Quijote.
Luis. Es una obra soberbia y
divertida.
Pedro: Divertida porque
D.Quijote es en realidad un personaje que cree tener poder pero no lo
tiene. Pero no resulta tan divertida cuando el que está desadaptado
es un poderoso o grupo de poderosos y entran en el círculo vicioso
de la violencia. Ejercen la represión o la violencia porque creen
que no se hace su voluntad, cuando en realidad no puede hacerse su
voluntad en base a una razón desadaptada precisamente por el propio
ejercicio del poder.
Luis ¿ El ejercicio
del poder desadapta a las personas?
Pedro: Por supuesto, pero de
esto hablaremos otro día. Sigamos con el tema de hoy: la
inteligencia emocional. ¿Y porqué crees Luis que tener la razón
está relacionado con la ira?
Luis . Ciertamente me haces
preguntas difíciles de responder. Habría que concluir que es porque
la razón se convierte con facilidad en algo así como un castillo
que hay defender de cualquier intromisión o ataque.
Pedro:
Efectivamente, esta es una de las características de la razón.
Puede convertirse en un mecanismo de defensa para el individuo.
Luis:
¿Defensa de qué ? ¿ De la emociones quizás?
Pedro:
Sí, de hecho puesto que tiene esta virtualidad se convierte en
mecanismo de defensa de las emociones negativas o destructoras que
existen en las relaciones humanas que a su vez son la consecuencia de
un reparto del poder. Pero en ese caso la razón pierde su valor.
Desde mi punto de vista la razón no debería estar reñida con la
comunicación y la sociabilidad, aunque sólo fuera porque cuando nos
expresamos empleamos palabras comunes de una determinada lengua,
pero en la práctica si las emociones están alteradas la
racionalidad no cumple esa función y el lenguaje queda
distorsionado. La emoción, la razón y el lenguaje se alteran en
cuanto se pierde el equilibrio social.
Luís:
Tengo que concluir que el lenguaje que hemos considerado desde
siempre la quintaesencia de la comunicación no siempre es un buen
instrumento de comunicación entre los humanos.
Pedro.
No lo es, si no guarda armonía con las emociones. Son las emociones
las que van a permitir o impedir la buena comunicación y el
lenguaje no está por encima de ellas.
Luis:
Ahora veo con más claridad, lo que decíamos al principio, que
hemos de poner toda nuestra atención en la vida emocional.
Pedro:
Efectivamente y más importante aún es el equilibrio social para que
las emociones a su vez sean positivas y se pueda dar una buena
comunicación a través del lenguaje. En nuestra vida social,en
realidad no debería importarnos tener la razón, sino conducirnos
en el marco de unas buenas emociones, mediando en conflictos sociales
para su disolución, alcanzando y tratando de no perder el equilibrio
social. De esta manera recibiremos las emociones positivas que son
fundamentales para nuestro equilibrio personal y nuestra felicidad
individual. El equilibrio social es tan importante como el equilibrio
biológico. Y del mismo modo que fuera del equilibrio
biológico no hay vida, tampoco hay vida fuera del equilibrio social
Luis: Lo que acabas de decir
equivale a decir que existe “ una muerte social”
Pedro: Existe una muerte social.
Eso lo saben muy bien quienes condenan a sus oponentes al ostracismo.
Es objetivo dictador acallar la voz del que le critica y quitar la
vida social si no se atreve a quitarle la vida biológica. Pero la
muerte social de la que hablo no es la “ excomunión “ del
poderoso sino precisamente la muerte social en la que se sume
cualquier persona que vive en una sociedad desigual y por tanto en
desequilibrio.
Luis: En ese caso todos
estaríamos muertos socialmente, porque nuestras sociedades no son
precisamente el ejemplo de la ecuanimidad, la justicia, el
reconocimiento del otro en la convivencia y del amor.
Pedro: Lo que digo es que no
existe vida en el desequilibrio biológico ni en el social. Por ello
la vida en nuestro planeta parece estar seriamente amenazada.
Luis: Antes has dicho que el
que el equilibrio social lo rompe el reparto desigual del poder.
Pedro: ¿Y qué sino? ¿ Acaso
la acumulación de poder, no es lo contrario al equilibrio?
Luís:
Visto así, no cabe duda que las emociones de los seres humanos en la
actualidad están muy alteradas.
Pedro: Y el problema es que
bloquean la comunicación emocional y a su vez la racional. Es decir,
el recurso que la naturaleza ha desarrollado para conducirnos
socialmente de manera adecuada. Mira a tu alrededor. Si los seres
humanos nos agredimos y matamos es evidente que no existen emociones
positivas y sin emociones positivas no hay vida social.
Luis: Es evidente. Pero algunas
personas consiguen vivir positivamente a pesar de tanto conflicto.
Pedro: Si eso ocurre es porque
consiguen crear un entorno social separado del entorno general. Pero
esta situación no es durable. Vemos que en la actualidad, la
desigualdad social es extrema y las guerras indican la incapacidad
del ser humano por conseguir una armonía social, mirada ésta con la
perspectiva global que incluye el verdadero concepto de equilibrio.
Luis: ¿ En ese caso la armonía
personal sería momentánea y temporal?.
Pedro: Los individuos nos
esforzamos contínuamente por conseguir una armonía personal pero
ésta no existe sin la armonía o el equilibrio social.
Luis: ¿ Entonces hay que estar
continuamente en lucha, alerta para alcanzar cualquier tipo de
equilibrio personal y social y luego tratar de no perderlo, para
mantener el mayor tiempo posible emociones positivas?
Pedro: Así es. Cuando has
llegado a algún tipo de equilibrio la emoción positiva fluye con
normalidad, dentro del equilibrio obtenido. Luego hay que tratar de
preservarla y si se rompe el equilibrio por cualquier motivo (
generalmente por influencia del desequilibrio del mundo exterior que
como hemos explicado existirá mientras exista una mal reparto del
poder) hay que tratar de volver a conseguirlo.
Luis: Ahora
comprendo que entender las emociones puede darnos pautas de
conducta social que no nos proporciona el estudio racional de las
cosas..
Pedro: Efectivamente. En primer
lugar observarás que todo el mundo tiene una explicación racional
de lo que acontece y normalmente cree tener razón. Sin embargo ello
no le sirve para conducirse socialmente bien. De hecho se observa una
especie de impotencia en la conducción de lo social incluso en
personas que destacan por sus conocimientos científicos y
racionales. Ya conoces el refrán “ Del dicho al hecho hay un gran
trecho”. Se trata de la característica del que habla y razona con
toda propiedad pero no sabe ejecutar una pauta social determinada .
Luís. Me doy cuenta que es más
fácil descalificar a alguien en el plano de la razón, negándosela,
que negar que tenga emociones. En este caso también veo una ventaja
pues por lo menos la descalificación será menor.
Pedro. Más fácil pero al
mismo tiempo absurdo, pues la razón absoluta no la tiene nadie. Pero
observemos que cuando las emociones están muy alteradas, como es el
caso de nuestra vida social actual inmersa en desequilibrios
extremos,, se puede llegar a un tipo de locura mucho más peligrosa
que la locura racional por ejemplo de D. Quijote que al fin y al cabo
se enfrenta al el espejismo de creer que tiene toda la razón.
Luis: ¿ A qué locura te
refieres?
Pedro : La locura de quien
desconoce que los seres humanos tienen emociones porque quizás el
mismo ya no las tiene.
Luis: Hablas del psicópata.
Pedro: Hablo del poder de
psicópata o del psicópata en el poder
Pedro: El poder de la falta de
inhibición. La acumulación sin límite. Es una locura de tipo
emocional o si se quiere un caso extremo de locura racional que
puesto que ha hecho de la razón un baluarte ya no conecta con las
emociones y sentimientos de sus semejantes.
Luis: ¿Se cree entonces el
psicópata en posesión de la verdad?
Pedro : Efectivamente. Y hay
más. La creencia en la posesión de la verdad absoluta, relacionada
con la falta de sentimientos y emociones propias de la vida social,
tiene a su vez que ver con la acumulación de poder que es al mismo
tiempo la causa y la consecuencia de su incapacidad para la vida
emocional y social.
Luis: Si la acumulación y el
poder, son la causa del fracaso social en quien lo ejerce y en
quienes lo padecen y de las alteraciones emocionales consiguientes,
entonces habría que vigilar con mucha atención, este asunto del
poder.
Pedro: Sin embargo mira cómo
sería la verdad que no va acompañada de acumulación y poder. Uno
formula una verdad fruto de su pensamiento,con sus palabras y según
su lógica personal, y su oponente puesto que es un individuo
radicalmente diferente, formula otra verdad fruto de otra lógica
personal y utiliza otras palabras para formular su verdad. Tenemos
que en la práctica cada uno formula verdades diferentes o una misma
verdad con matices diferentes que en realidad ya no es la misma
verdad.
Luis: Efectivamente este tipo de
verdad relativa es muy diferente a la verdad absoluta.
Pedro: Pero
la verdad relativa sólo puede darse cuando no hay acumulación
de poder. Cuando alguien acumula poder de la misma manera que no
comparte los bienes, tampoco comparte la verdad. La verdad se hace
absoluta y el pensamiento único.
Luis: Si no entiendo mal, algo
totalmente contrario a la democracia.
Pedro: Por supuesto. La
democracia se basa precisamente en la verdad relativa y la dictadura
de la verdad absoluta.
Luis: Veo
que lo que dices prácticamente es un corolario de lo dicho
anteriormente. La verdad sólo puede ser entendida en el marco de lo
social.
Pedro Efectivamente. Cuando se
habla de razón absoluta o verdad absoluta no puede ser una verdad
elaborada con pensamientos individuales y por tanto diferentes y
diferenciados. En este caso no podría ser formulada por ningún
ser humano ni grupo de seres humanos.
Luis: Pero insisto en comprender
por qué entonces los seres humanos estamos tan necesitados de
verdades absolutas.
Pedro. En realidad no estamos
necesitados de verdades absolutas, estamos necesitados de la verdad,
pero no importa que ésta sea relativa. En este caso hablamos de
búsqueda de la verdad y entendemos por verdad la aproximación a un
acuerdo previo de tipo relacional. Con otras palabras, estamos
necesitados de relación social y ya hemos hablado de la necesidad de
sentir emociones positivas, es decir, de sentirnos socialmente
relacionados. La razón y la verdad son individuales pero ello no nos
exime de tener necesidad de relación social. Sólo el psicópata
que como hemos dicho no está conectado a sus semejantes mediante
buenas emociones no tiene necesidad de relación social. Está
atrapado en su ambición, en su acumulación, en su poder, en su
razón y en su verdad.
Luis:
¿ La búsqueda de verdad viene propiciada entonces por la necesidad
de la relación social?
Pedro:
Efectivamente. Pero observa que para que haya relación social la
verdad ha de ser relativa, hay que aceptar la parte de verdad que
tiene cada cual. De lo contrario no puede haber relación social si
la verdad la acumula una persona o un grupo de personas.
Luis Entonces si no he
entendido mal la verdad de la que hablas es una verdad producto de
todas las verdades individuales
Pedro: Así es. La esencia de la
sociabilidad está en el acuerdo y si se quiere expresar desde el
punto de vista emocional en la concordia.
Luis . Entiendo entonces que la
está relacionada con el compromiso, con la fidelidad a un acuerdo
previo que posibilita la convivencia.
Pedro Así es.
Luis Pero yo siempre he
entendido la verdad como aproximación a una realidad objetiva
existente con independencia de observador. Y también la verdad
como el reconocimiento de una realidad que ha acontecido y la mentira
como su ocultación. Por ultimo de siempre he aprendido que la verdad
aparece como una adecuación del lenguaje a lo observado, es decir
como una descripción fiel, correcta, no distorsionada de las cosas.
Pedro. La verdad tiene que ver
con todo lo que acabas de comentar: aproximación a la realidad
objetiva, su no ocultación y su correcta descripción. Se trata de
la verdad lógica, de carácter científico. Por el contrario la
única realidad objetiva de carácter social es el acuerdo. No existe
una sociedad única. Tampoco un acuerdo único posible. Más aún, la
sociedad humana, aunque tenga una base biológica y una herencia
animal, debido al desarrollo del pensamiento y el habla, se
autoconstruye contínuamente mediante acuerdos.
Luis: ¿ Y son los acuerdos
únicamente los que sustentan la verdad? ¿La única verdad de tipo
absoluto, que al mismo tiempo es relativa, es el acuerdo humano?
Pedro : Así es. Pero para que
ese acuerdo sea duradero debe basarse en mecanismos de equilibrio
tales como la justicia. La verdad estaría así relacionada con el
mantenimiento de dicho equilibrio y la mentira con su destrucción.
La búsqueda de la verdad es sinónimo de búsqueda del equilibrio
social.
Luis: ¿Qué quieres decir con
eso de que la sociedad humana se autoconstruye?
Pedro: Quiero decir que la
sociedad humana, este es el cambio cualitativo al que esta sometido
el ser humano en la evolución de las especies, tiene infinitas
posibilidades de construcción y lo que es lo mismo, una sociedad
humana determinada la construyen sus propios miembros con la única
herramienta posible: el acuerdo. Con el acuerdo viene la concordia,
una serie de emociones que lo mantendrán en el tiempo. Si
desaparecen esas emociones desaparecerá el acuerdo y si desaparece
el acuerdo desaparecerán las emociones que lo hacen posible.
Luis Quieres decir que los
acuerdos no se mantienen por sí mismos
Pedro: Efectivamente, no existe
fuerza alguna en el acuerdo como un resultado de la lógica o como
algo racional sino como un resultado ligado a lo emocional. Con
otras palabras son las personas las que hacen, mantienen y deshacen
los acuerdos. Unos resultan fugaces y otros más permanentes en el
tiempo, pero igualmente temporales a la larga. A su vez la concordia
ayuda a establecer acuerdos duraderos.
Luis: Con esta definición de
la verdad como acuerdo social no puede existir una verdad absoluta.
Pedro De nuevo hay que decir
que si existe una verdad absoluta el ser humano no podría
comprenderla ni alcanzarla. Por tanto debemos conformarnos con el
tipo de verdad que nos es posible alcanzar, la que creamos en cuanto
seres humanos. Sus características son las mismas que las de la
verdad absoluta por cuanto el acuerdo no puede ser desfigurado,
ocultado o sustituido por una mentira sin sufrir daño la sociedad y
el individuo.
Luis: Pero una verdad elaborada
por un grupo humano que no es absoluta no será aceptada nunca por
otro grupo humano.
Pedro ¿ Acaso sucede otra cosa
en la sociedad humana? ¿No tiene cada familia, cada nación, cada
religión y cada cultura sus verdades? ¿ Por qué sino son impuestas
por la fuerza? Precisamente porque no son universales.
Luis: ¿ Y no son impuestas por
la fuerza precisamente porque es necesaria una única verdad a ser
posible universal?
Pedro: La fuerza nada tiene que
ver con la verdad. La verdad se basa en el acuerdo y la fuerza es lo
opuesto al acuerdo. La imposición de la verdad por la fuerza aleja
la posibilidad del acuerdo y por tanto de alcanzar la verdad. En
realidad la fuerza indica el nivel de la falta de acuerdo y de la
falta de sociabilidad. Por ello hemos dicho que el poder, en cuanto
acumulación crea una fuerza que es contraria a la justicia y a la
verdad.
Luis: Antes hemos hablado de
que las emociones indican la radical unidad del ser humano. ¿ Por
qué decimos ahora que cada ser humano o grupo de seres humanos tiene
su particular verdad, aunque se base en un acuerdo?
Pedro: En teoría podría haber
una emoción que alcanzara a toda la especie humana pero en la
práctica eso no existe. No existe una verdad universal sino la que
se crean a través de la concordia y el acuerdo. Ni siquiera el miedo
o el amor que son emociones universales son las mismas en todos y
cada uno de los individuos. En el amor anida la concordia y en la
concordia el acuerdo mutuo continuamente renovado.
Luis:¿ Pero acaso no camina la
especie humana hacia una confluencia? ¿ No podemos llamar a eso la
verdad absoluta?
Pedro: No, por la simple razón
de que es el ser humano quien la crea y un ser finito no puede crear
una realidad infinita.
Luis : Tengo que reconocer que
no había pensado nunca que si queremos participar todos de la misma
verdad la debemos construir a partir de las verdades individuales y
que será más universal cuanto mayor sea el acuerdo alcanzado. Si
he entendido bien mientras no construyamos la verdad viviendo
equilibrados desde el punto de vista social, desterrando las
emociones destructivas, ésta no existirá.
Pedro: De este modo es fácil
entender que nadie puede imponer la verdad pues en ese caso ya no
sería la verdad al no existir el acuerdo sino la imposición por
la fuerza. Y además la verdad relativa aparece como un poderoso
instrumento de adaptación social y también al medio cambiante, de
lo que estamos tan necesitados. Lo contrario también es cierto que
la creencia en la verdad absoluta dificulta los acuerdos incluido un
acuerdo universal.
Luis: Ahora que tenemos claro
que no existe ni la razón absoluta ni la verdad absoluta me surge la
siguiente pregunta: ¿ Cómo es posible que existan emociones
encontradas hasta el punto de surgir la violencia entre dos personas?
Pedro: La violencia surge como
consecuencia de creer que la otra persona puede hacerte daño.
Luis: ¿ Es ésta la única
causa de la violencia porque ciertamente existe mucha violencia en el
mundo?
Pedro: Esta es la única causa
de la violencia, lo que ocurre es que tanto en la búsqueda de la
adaptación social como en la pérdida del equilibrio hay conductas
que son interpretadas erróneamente acerca del daño que pudiera
hacernos nuestro interlocutor social.
Luis: Pero hay estallidos de
violencia entre personas, grupos o naciones que ni siquiera llegan a
la conciencia. De hecho se toma conciencia después de haber cometido
tales actos de violencia.
Pedro: Sí, pero eso lo que
indica es que el temor a recibir un daño es en gran parte
inconsciente. El inconsciente es la sede de las emociones hasta que
éstas consiguen expresarse.
Luis: Me asusta el concepto de
inconsciente. pues como el concepto de trascendencia del que hemos
hablado traslada el origen de nuestra conducta a un plano en el que
no tenemos control sobre la misma. Es como si el origen de muchas
conductas y especialmente las conductas violentas estuvieran fuera de
nuestro control.
Pedro: Y no puede ser de otra
manera. Por eso los conflictos hasta cierto punto no pueden ser
evitados y a su vez depende de cómo resolvamos los conflictos que sí
podamos evitarlos.
Luis: Difícil tarea la que
compete al ser humano.
Pedro: Ciertamente difícil.
Nadie puede volver al pasado, tampoco puede conocer el futuro, así
pues depende de cómo resolvamos nuestros conflictos que siga
habiéndolos o que no los haya.
Luis: Esto obliga por ejemplo a
ser sinceros.
Pedro: Esto obliga a muchas
cosas de las que hemos hablado como la búsqueda de la verdad, el
ejercicio de la justicia, el ejercicio de la concordia, la
experimentación de la confianza, y en último término el ejercicio
del amor. Pero efectivamente hay que ser sinceros para que nuestra
interacción social tenga los menos conflictos posibles y los pactos
más duraderos.
Luís: ¿Nunca un pacto va a
durar toda la vida?
Pedro: Nunca
Luis: Ni siquiera un pacto por
amor.
Pedro: El pacto por amor será
duradero si se van resolviendo los conflictos que se producen entre
las personas individuales que se aman.
Luis: ¿ No nos deja ésto, una
vez más, al arbitrio de fuerzas superiores al ser humano?
Pedro: Sí y no. Llamamos amor,
además de al enamoramiento que orienta a ello, al conjunto de
conductas que permiten mantenerse unidos sin violencia.
Luis: Es difícil que en un
momento de cambio social no ejerzamos algún tipo de violencia o
,como tú mismo has dicho antes, que no reaccionemos violentamente al
miedo a ser agredidos o a que se nos cause daño.
Pedro: Es difícil, pero
siempre estarán mas preparados quienes se ejercitado en ese elenco
de virtudes que hemos nombrado que siempre se han considerado
virtudes para la convivencia. Por ello hay una cosa que fundamental
para que la relación humana se mantenga sin violencia o alcance la
armonía en caso de desequilibrio, trabajar por quienes nos rodean
en intensidad y extensión hasta donde llegue la capacidad de
hacerlo.
Luis: Ahora
me doy cuenta de la fuerza de lo social y del tiempo que perdemos en
consumir de manera aislada. Lo importante en el ser humano es que
existan buenas emociones y una buena relación social y pasamos
nuestro tiempo consumiendo cosas que cuanto menos son secundarias.
Pedro:
El consumismo individual es una forma de acumulación.
El consumo grupal es el que ahorra mas recursos , resulta más barato
y el que mejor nos entrena en el empleo de las emociones para la
convivencia.
Luis: Y
sin embargo, ahora soy consciente, de lo poco que sabemos sobre
ellas.
Pedro:
Así es.
Luis:
Seguiría hablando a cerca de muchos de los temas que han ido
surgiendo a través de esta conversación, pero es tarde y me tengo
que ir. Aquí te dejo mis preguntas para otra ocasión: ¿
Cuál es la relación existente entre instinto y
emoción? ¿ Pueden los instintos ser cambiados por la interacción
social y con qué finalidad? ¿ Cuándo las emociones se convierten
en destructivas ? ¿ Cómo se alcanza el equilibrio social?
Y finalmente esa pregunta que te hecho en el discurrir de este
diálogo que tú mismo has dejado para otra ocasión
¿Desadapta socialmente el poder a quien lo
ejerce?.
Pedro:
Sigo a tu disposición para cuando quieras.
Luis: Te
agradezco mucho que me hayas prestado tu atención. Como bien has
dicho al principio de la conversación, el diálogo permite que el
pensamiento fluya y se desarrolle.
Pedro:
En este caso el diálogo ha sido posible porque entre tú y yo
existen emociones positivas. Hay concordia, amistad y nuestra
relación está en equilibrio. En esta situación crece pensamiento y
el acuerdo por la propia dinámica de la relación social.
(c) Rafael Rodrigo Navarro. Del libro: Diálogos socráticos en el siglo XXI.