martes, 27 de noviembre de 2012

DIALOGOS SOCRATICOS EN EL SIGLO XXI : SOBRE LAS EMOCIONES


Luis: Hola, Pedro, hace tiempo que quería hablar contigo, pues hay algunas preguntas que rondan mi cabeza.
Pedro:Ya sabes soy tu amigo y los amigos están para escuchar, para tratar de comprender.
Luis : Sí,es la ventaja de la amistad. Todo el mundo tiene necesidad de ser escuchado de vez en cuando.

Pedro : De este modo posibilitamos que el pensamiento se objetivice y uno se conozca mejor. Además nuestros pensamientos se complementan y desarrollan con el punto de vista de los demás. Pero ¿Qué es lo que me quieres comentar ahora? Luis.

Luis: Sabes que hoy día se habla mucho de la inteligencia emocional

Pedro: Es cierto, desde la publicación del libro de Daniel Goleman “ La inteligencia emocional”, allá por el año 1995 , hay mucha gente que se ha interesado por este aspecto de la inteligencia y más aún de la propia vida. Muchos han descubierto que existe una parte emocional en nuestra existencia que es de capital importancia.

Luis: Un aspecto si no olvidado por lo menos minusvalorado.

Pedro: Este descuido se debe a que existe una sobrevaloración de lo racional en la educación que hemos recibido y que ha ignorado que la inteligencia tiene un componente emocional ineludible.

Luis: Parece peligroso, este descuido.

Pedro: Y lo es, pues si descuidamos aspectos que son importantes para la adaptación social ¿ qué será nuestra vida sino un completo despropósito? ¿ Cómo vamos adaptarnos al entorno humano e incluso físico si no entendemos bien o prescindimos de las emociones, uno de los instrumentos más valiosos que ha desarrollado la naturaleza para las relaciones entre individuos y grupos?

Luis: Ahora que sabemos que en el ser humano la parte emocional es tan importante como la parte racional podemos pensar que hubiera sido mejor definir al ser humano como un ser “emocional racional” y no como “animal racional”. Al utilizar Aristóteles el concepto de animal, aunque hacía referencia a las emociones de las que estamos hablando, no se ha entendido sino en un sentido peyorativo, como si tuviéramos una parte realmente humana, la racional y una naturaleza de menor rango, la animal.

Pedro: Puede ser. El tema es complejo. Lo importante es comprender qué son las emociones y los sentimientos para plantearnos a su vez qué debemos y podemos hacer con los instintos.

Luis: Porque hay emociones destructivas ¿ No es así?

Pedro: Así es. Cuando se odia a un semejante, surge el sentimiento de revancha y violencia contra él. Se desea su destrucción y diferentes emociones acompañan a ese deseo tanto en la ejecución como en el resultado. Se puede llegar a disfrutar de herirle o darle muerte.

Luis: Pero dejemos para otro momento el análisis de las emociones destructivas e incluso la pregunta sobre el funcionamiento del instinto. De lo que quería hablar es de la conclusión a la que he llegado al reflexionar sobre las emociones. ¿No es cierto que la enorme diferencia existente en la manera de ver la vida, en los pensamientos que elaboramos, en el lenguaje que utilizamos en nuestros discursos que dejan frecuentemente perplejo al interlocutor, incluido el amigo, es debida al componente emocional de nuestra inteligencia?


Pedro: Sí,es cierto. Hay algo que nos sorprende profundamente y es darnos cuenta de que por más que hablemos y nos comuniquemos con nuestros semejantes nunca llegamos a tener un mismo punto de vista. Este fenómeno es claramente observable en el caso de los amigos con quienes se habla con confianza de los muchos aspectos que nos preocupan en la vida a veces con la angustia presente de necesitar encontrar otro punto de vista. En ocasiones, cuando parece que está habiendo una buena comunicación y parece que existe coincidencia en el punto de vista sobre algún asunto, súbitamente,sin saber bien porqué, te envuelve una sensación de extrañeza sobre lo que te está diciendo y ves que él tampoco te entiende. Más aún en algunos casos observas, contra tu voluntad y tu intención, que ha sido afectado emocionalmente con lo que le has dicho y que su reacción te es adversa.

Luís: Si es cierto, pero así se propicia el diálogo. Si todos pensáramos lo mismo no habría diálogo.

Pedro: Cierto, el diálogo es fundamental para las relaciones humanas, pero yo me refiero a la toma de conciencia de nuestra radical individualidad que en algunos momentos de nuestras vidas se transforma en angustia pues como seres sociales que somos queremos comunicarnos y nos sentimos bien cuando hay comprensión. .

Luis: Bueno, aunque dialoguemos e incluso discutamos, si existe amistad o amor la relación se recupera. Supongo que lo social no se basa exclusivamente en la comprensión racional sino en algo más profundo.

Pedro: Me preguntas si esas diferencias en la forma de pensar, de razonar, de ver la vida o hablar surgen de la parte emocional del ser humano y nos hacen totalmente singulares¿no es así?

Luis: Sí, algo así. Y no sólo totalmente singulares sino prácticamente inaccesibles unos a otros.

Pedro: Las emociones son fuente constante de paradoja. Cualquier conducta humana viene acompañada de emociones incluso el simple lenguajear.

Luís: Sí, es evidente que las emociones acompañan al lenguaje.

Pedro: También es evidente que el lenguaje desata emociones.

Luis: Sí, también parece evidente.



Pedro. En la vida diaria observamos que el lenguaje y las emociones se retroalimentan. Pero se trata de dos componentes de nuestra inteligencia y nuestra personalidad diferentes. Por un la do el lenguaje desata emociones y las emociones hacen hablar a la gente pero por otro lado mientras el lenguaje comunica conceptos, las emociones no lo hacen, no trasmiten conceptos.

Luis. Vuelvo pues a insistir en mi pregunta ¿ Qué hacen realmente las emociones? ¿ Nos unen en cuanto seres individuales o nos separan en mónadas irreductibles?
Pedro: Las emociones en realidad indican que estamos unidos. Cada uno vive la emociones de manera única, personal y posiblemente intransferible en su complejidad pero tienen la virtualidad de mantenernos unidos provocando un tipo de contacto que llamamos emocional.

Luis Me estás hablando entonces de dos sistema de comunicación diferentes el racional y el emocional que me imagino a su vez que estarán interrelacionados.

Pedro. Así es

Luis Pero a mi me interesa comprender el sistema de comunicación emocional. El racional ya lo conozco. Ha dado lugar a la lógica, a la matemática, a la ciencia, etc.

Pedro: Decía que las existencia y presencia de las emociones indican que los seres humano,seres individuales irreductibles unos a otros, formamos parte de una realidad que podemos llamar “ superior o transcendente” : el grupo social humano.

Luis: ¿ Quieres decir que las emociones serían algo así como la puerta de entrada a ese mundo unitario que subyace a la conducta individual del ser humano?

Pedro: Efectivamente. Por definición la conducta social es algo que nos trasciende ya que es el resultado de la interacción de varios individuos, es decir algo nuevo y por esa misma definición más complejo. Las emociones nos proporcionan la conciencia de que somos seres grupales es decir sociales. De esta consciencia surge la ética, la moral y las leyes sociales en general.

Luis: Consecuentemente no podemos guiarnos exclusivamente como si fuéramos seres individuales.

Pedro: Efectivamente, aunque también como individuos somos merecedores del respeto social a nuestra individualidad.

Luis: Esto me hace pensar que pueden haber dos extremos: el individualismo por una parte, y el gregarismo por otra.

Pedro: Así es. Posturas ambas difíciles de evitar, de lo que hablaremos más adelante. Centrémonos ahora en la conducta emocional que nos hace consciente la pertenencia a una realidad grupal que, como hemos dicho, nos trasciende.

Luis: Algo difícil de admitir, pues no nos es agradable sentir que no controlamos nuestro destino.

Pedro: Y realmente no controlamos nuestro destino. Las emociones nos llevan en muchas ocasiones hacia donde no queremos o por lo menos a donde no habíamos previsto. No obstante nuestra individualidad permite cierta variabilidad de reacción ante un acontecimiento social que nos trasciende. En general, no consideramos racional al sistema de comunicación de las emociones porque trasciende nuestra racionalidad individual.

Luis: Pero podríamos hablar de una racionalidad social.

Pedro: En ese caso deberíamos pensar que existe un racionalidad superior.

Luis: Muchas personas creen en la existencia de Dios.

Pedro: Así es, pero en el plano de las emociones pensar que existe una racionalidad superior equivaldría a decir que nuestras emociones responden a un plan.

Luis. Sí claro. Se dice que Dios escribe en renglones torcidos o que lo que está ocurriendo es su voluntad.

Pedro: Pero nosotros no lo sabemos, ni nos atañe en cuanto seres individuales interrelacionados por las emociones. Hablamos de lo que nos ocurre, no de lo que nos pueda ocurrir. Y lo que nos ocurre es que nos comunicamos de una manera un tanto extraña, nos comunicamos mediante las emociones la mayoría de las cuales nos trascienden. Creemos relacionarnos mediante el lenguaje racional pero rápidamente nos damos cuenta de la poca consistencia de lo que hablamos y de que casi todo es relativo, sin embargo las emociones hacen que recordemos nuestras vivencias y las reelaboremos una y mil veces dando lugar al pensamiento final que a su vez comunicamos y ejecutamos.

Luis: Pero ahora descubrimos que lo irracional o por lo menos lo no-racional guía la mayor parte de nuestras vidas y que el instrumento de comunicación de lo no-racional son las emociones.Vuelvo a señalar que es difícil de aceptar, cuando hemos descubierto la importancia de las emociones en nuestras vidas, no saber a donde nos llevan las emociones.

Pedro. Algo sabemos.

Luis ¿ Qué sabemos?

Pedro: Por un lado hemos dicho que son el componente de nuestra vida social.

Luis Pero la vida social y en concreto nuestra vida social es el claro ejemplo de una complejidad que nos trasciende.

Pedro: Por tanto podemos hacernos la pregunta sobre qué es más real en nosotros mismos, si nuestra vida individual o nuestra vida social.

Luís: Una pregunta importante a la hora de saber cómo conducirnos como seres humanos pero imposible de contestar.

Pedro: Imposible de contestar si queremos responde al concepto de “ más o menos real”, pero fácil de contestar si damos por reales ambos componentes de nuestra inteligencia.

Luís: Quieres decir que podemos ser conscientes de que no sólo somos reales en cuanto individuos sino que somos igualmente reales en cuanto grupo social. Ahora me doy cuenta que cuando hablamos de inteligencia emocional estamos hablando de inteligencia social.

Pedro: Y desde el principio hemos dicho que ha sido un fallo del racionalismo no darse cuenta tanto de nuestro potencial de inteligencia social así como de su aplicación práctica. La manera de conducirse las personas en grupo, la relación interpersonal, la relación social es la que ha determinado y determina nuestras emociones y viceversa nuestras emociones las que determinan nuestra relación social actual. Si tenemos una personalidad fraguada en las emociones vividas en la infancia es porque somos seres sociales por antonomasia, porque necesariamente nos hemos desarrollado en la matriz de una sociedad, familiar, nacional, cultural etc. Y esa personalidad determina nuestra vida social actual a veces con rigidez y a veces con flexibilidad dependiendo de cómo cada uno haya elaborado esas emociones.

Luis: Al oírte este razonamiento me doy cuenta de la importancia que han de tener para el individuo esas tres matrices de las que has hablado: la familiar, la nacional y la cultural.

Pedro: No es difícil observar que cualquier conversación y no digamos cualquier intento de modificación o revisión de un hábito de conducta, está relacionado con esas tres matrices y por ello levanta verdaderas pasiones.

Luis Así pues podemos decir que, en contra de las apariencias, no es el lenguaje la argamasa de lo social sino las emociones.

Pedro. Hasta cierto punto. Sería más exacto decir que el lenguaje sólo funciona sobre la base de las emociones. Así puede ser deformado, tergiversado en su comprensión e incluso anulado según sean las emociones presentes. Es decir según sea la relación social establecida.

Luis. ¿Y no podría ser al contrario?

Pedro: En cierta manera también el enunciado contrario es verdadero. El lenguaje puede modificar las emociones y conseguir de esa manera una mejor comunicación entre los seres humanos o en algunos casos un bloqueo de la comunicación. Esta es la tesis de Humberto Maturana y Francisco J.Varela. El lenguaje social es el instrumento que nos permite modificar las emociones que a su vez nos permiten la relación social. Hablar para cambiar el lenguaje personal, cerrado, que constituye nuestra racionalidad. Emocionarse para hablar de manera social y no elaborar soliloquios racionales y también dialogar para emocionarse. Pero advierte Luis que lo social no se acaba en el diálogo entre dos, en la pareja, sino que debe haber un tercero, un cuarto, un quinto....
Luís: ¿ La palabra de un tercero? No llego a comprender lo que dices.

Pedro: Las emociones son el componente básico de la interrelación entre individuos. Por tanto nunca una interrelación puede quedarse entre dos personas del mismo modo que un individuo no puede desarrollarse aislado. Decimos que las emociones se contagian y esto ocurre porque siempre que se juntan dos o más personas las emociones se activan y de alguna manera ya se están expresando. Si embargo si sólo hablamos con la razón podemos guardar silencio sobre lo que no nos interesa comunicar.

Luis: Pero las emociones también pueden ser escondidas.

Pedro: Sí, puede hasta cierto punto haber un silencio de emociones, pero por breve tiempo si las personas interactuan. Sabemos que el lenguaje de las emociones es corporal lo que hace muy difícil su control. En cierta manera no deberíamos hacer una separación demasiado radical entre lo racional y lo emocional, entre el lenguaje y las emociones, porque a la larga el lenguaje se comportan casi de la misma manera que las emociones, pero podemos aceptar algunas diferencias. El caso es que esa tercera o cuarta persona de la que hablamos puede mediar ( para bien o para mal) en las emociones producidas por el contacto entre dos personaas y aquí está el quid de la dialéctica entre lo social y lo personal.

Luis Explicate.

Pedro: Los seres humanos en cuanto individuos construyen su personalidad en la infancia y la modifican a lo largo de su vida, aprenden a manejar algunas de sus emociones, conocen algunos de sus sentimientos y desarrollan un pensamiento y un lenguaje propio en en el marco de una matriz social.

Luis: Eso hemos dicho

Pedro: El resultado puede ser un individuo en equilibrio con la sociedad o, lo que parece sinónimo, consigo mismo. O por el contrario un individuo desequilibrado.

Luis: Quieres decir que cuando una persona está desequilibrada individualmente es porque lo está socialmente y viceversa.

Pedro: Eso digo.

Luis: Ya entiendo. Entonces desde el punto de vista social el concepto de equilibrio es fundamental.

Pedro: Eso es. Y las emociones humanas , como las emociones animales, tienen que ver con ese equilibrio o desequilibrio personal que es al mismo tiempo social y viceversa. Las emociones positivas y las emociones negativas o destructoras tienen que ver con el equilibrio personal que, como acabamos de decir, a su vez es un equilibrio social.

Luis: Se me ocurre entonces pensar por un lado el lenguaje es una especie de puente entre lo racional y lo emocional y por otro que lo racional tiene sentido, del mismo modo que lo emocional, en el contexto del equilibrio social.

Pedro: Efectivamente no tiene sentido alguno fuera de dicho contexto. ¿ No resulta penoso ver a la gente queriendo tener razón y obstaculizando de este modo la relación social ?

Luis: Es normal, cualquier persona suele estar convencida de lo que habla y cree tener la razón

Pero: Y sin embargo desde el punto de vista social esto no es posible. O se tiene una parte de la razón que llamaríamos general o simplemente nadie tiene la razón. No se puede tratar de defender la razón como si de una conquista personal se tratara. El que cree tener razón es un peligro. Justificará su violencia apelando a que tiene la razón. De hecho la razón es el instrumento del poderoso para imponer su voluntad. Cuando más loca está una persona generalmente más cree tener la razón. No lo digo yo, está en la literatura y en el lenguaje popular.

Luis: Es cierto, se dice que a los locos hay que darles la razón.

Pedro: No hay más que leer el Quijote. Cuando más está una persona fuera de la realidad que le rodea, más cree tener la razón. Y para no tener que sufrir su ira hay que darle la razón.

Luis: ¿ Está entonces la razón relacionada con la ira?

Pedro: En el Quijote los episodios de ira por parte de D. Quijote son frecuentes. Esta paradoja está magistralmente descrita por Cervantes. D. Quijote ha perdido la razón y por eso cree tener la razón. Entra así en el círculo vicioso de la violencia. No se le puede dar la razón porque no la tiene pero hay que dársela porque no la tiene. D.Quijote se enfada de que nada a su alrededor funciona según le indica su razón. Quienes le rodean no pueden hacer funcionar las cosas según el criterio de D. Quijote porque entonces entran en conflicto con ellos mismos y con la sociedad, pero a su vez si no siguen dicho criterio el que se enfada y proyecta su violencia es D.Quijote.

Luis. Es una obra soberbia y divertida.

Pedro: Divertida porque D.Quijote es en realidad un personaje que cree tener poder pero no lo tiene. Pero no resulta tan divertida cuando el que está desadaptado es un poderoso o grupo de poderosos y entran en el círculo vicioso de la violencia. Ejercen la represión o la violencia porque creen que no se hace su voluntad, cuando en realidad no puede hacerse su voluntad en base a una razón desadaptada precisamente por el propio ejercicio del poder.

Luis ¿ El ejercicio del poder desadapta a las personas?

Pedro: Por supuesto, pero de esto hablaremos otro día. Sigamos con el tema de hoy: la inteligencia emocional. ¿Y porqué crees Luis que tener la razón está relacionado con la ira?

Luis . Ciertamente me haces preguntas difíciles de responder. Habría que concluir que es porque la razón se convierte con facilidad en algo así como un castillo que hay defender de cualquier intromisión o ataque.

Pedro: Efectivamente, esta es una de las características de la razón. Puede convertirse en un mecanismo de defensa para el individuo.

Luis: ¿Defensa de qué ? ¿ De la emociones quizás?

Pedro: Sí, de hecho puesto que tiene esta virtualidad se convierte en mecanismo de defensa de las emociones negativas o destructoras que existen en las relaciones humanas que a su vez son la consecuencia de un reparto del poder. Pero en ese caso la razón pierde su valor. Desde mi punto de vista la razón no debería estar reñida con la comunicación y la sociabilidad, aunque sólo fuera porque cuando nos expresamos empleamos palabras comunes de una determinada lengua, pero en la práctica si las emociones están alteradas la racionalidad no cumple esa función y el lenguaje queda distorsionado. La emoción, la razón y el lenguaje se alteran en cuanto se pierde el equilibrio social.

Luís: Tengo que concluir que el lenguaje que hemos considerado desde siempre la quintaesencia de la comunicación no siempre es un buen instrumento de comunicación entre los humanos.
Pedro. No lo es, si no guarda armonía con las emociones. Son las emociones las que van a permitir o impedir la buena comunicación y el lenguaje no está por encima de ellas.

Luis: Ahora veo con más claridad, lo que decíamos al principio, que hemos de poner toda nuestra atención en la vida emocional.

Pedro: Efectivamente y más importante aún es el equilibrio social para que las emociones a su vez sean positivas y se pueda dar una buena comunicación a través del lenguaje. En nuestra vida social,en realidad no debería importarnos tener la razón, sino conducirnos en el marco de unas buenas emociones, mediando en conflictos sociales para su disolución, alcanzando y tratando de no perder el equilibrio social. De esta manera recibiremos las emociones positivas que son fundamentales para nuestro equilibrio personal y nuestra felicidad individual. El equilibrio social es tan importante como el equilibrio biológico. Y del mismo modo que fuera del equilibrio biológico no hay vida, tampoco hay vida fuera del equilibrio social
Luis: Lo que acabas de decir equivale a decir que existe “ una muerte social”

Pedro: Existe una muerte social. Eso lo saben muy bien quienes condenan a sus oponentes al ostracismo. Es objetivo dictador acallar la voz del que le critica y quitar la vida social si no se atreve a quitarle la vida biológica. Pero la muerte social de la que hablo no es la “ excomunión “ del poderoso sino precisamente la muerte social en la que se sume cualquier persona que vive en una sociedad desigual y por tanto en desequilibrio.
Luis: En ese caso todos estaríamos muertos socialmente, porque nuestras sociedades no son precisamente el ejemplo de la ecuanimidad, la justicia, el reconocimiento del otro en la convivencia y del amor.

Pedro: Lo que digo es que no existe vida en el desequilibrio biológico ni en el social. Por ello la vida en nuestro planeta parece estar seriamente amenazada.

Luis: Antes has dicho que el que el equilibrio social lo rompe el reparto desigual del poder.

Pedro: ¿Y qué sino? ¿ Acaso la acumulación de poder, no es lo contrario al equilibrio?

Luís: Visto así, no cabe duda que las emociones de los seres humanos en la actualidad están muy alteradas.

Pedro: Y el problema es que bloquean la comunicación emocional y a su vez la racional. Es decir, el recurso que la naturaleza ha desarrollado para conducirnos socialmente de manera adecuada. Mira a tu alrededor. Si los seres humanos nos agredimos y matamos es evidente que no existen emociones positivas y sin emociones positivas no hay vida social.

Luis: Es evidente. Pero algunas personas consiguen vivir positivamente a pesar de tanto conflicto.

Pedro: Si eso ocurre es porque consiguen crear un entorno social separado del entorno general. Pero esta situación no es durable. Vemos que en la actualidad, la desigualdad social es extrema y las guerras indican la incapacidad del ser humano por conseguir una armonía social, mirada ésta con la perspectiva global que incluye el verdadero concepto de equilibrio.

Luis: ¿ En ese caso la armonía personal sería momentánea y temporal?.

Pedro: Los individuos nos esforzamos contínuamente por conseguir una armonía personal pero ésta no existe sin la armonía o el equilibrio social.
Luis: ¿ Entonces hay que estar continuamente en lucha, alerta para alcanzar cualquier tipo de equilibrio personal y social y luego tratar de no perderlo, para mantener el mayor tiempo posible emociones positivas?

Pedro: Así es. Cuando has llegado a algún tipo de equilibrio la emoción positiva fluye con normalidad, dentro del equilibrio obtenido. Luego hay que tratar de preservarla y si se rompe el equilibrio por cualquier motivo ( generalmente por influencia del desequilibrio del mundo exterior que como hemos explicado existirá mientras exista una mal reparto del poder) hay que tratar de volver a conseguirlo.

Luis: Ahora comprendo que entender las emociones puede darnos pautas de conducta social que no nos proporciona el estudio racional de las cosas..

Pedro: Efectivamente. En primer lugar observarás que todo el mundo tiene una explicación racional de lo que acontece y normalmente cree tener razón. Sin embargo ello no le sirve para conducirse socialmente bien. De hecho se observa una especie de impotencia en la conducción de lo social incluso en personas que destacan por sus conocimientos científicos y racionales. Ya conoces el refrán “ Del dicho al hecho hay un gran trecho”. Se trata de la característica del que habla y razona con toda propiedad pero no sabe ejecutar una pauta social determinada .

Luís. Me doy cuenta que es más fácil descalificar a alguien en el plano de la razón, negándosela, que negar que tenga emociones. En este caso también veo una ventaja pues por lo menos la descalificación será menor.

Pedro. Más fácil pero al mismo tiempo absurdo, pues la razón absoluta no la tiene nadie. Pero observemos que cuando las emociones están muy alteradas, como es el caso de nuestra vida social actual inmersa en desequilibrios extremos,, se puede llegar a un tipo de locura mucho más peligrosa que la locura racional por ejemplo de D. Quijote que al fin y al cabo se enfrenta al el espejismo de creer que tiene toda la razón.

Luis: ¿ A qué locura te refieres?

Pedro : La locura de quien desconoce que los seres humanos tienen emociones porque quizás el mismo ya no las tiene.

Luis: Hablas del psicópata.

Pedro: Hablo del poder de psicópata o del psicópata en el poder

 Luis: ¿ Qué poder posee el psicópata que no tenga una persona con emociones?

Pedro: El poder de la falta de inhibición. La acumulación sin límite. Es una locura de tipo emocional o si se quiere un caso extremo de locura racional que puesto que ha hecho de la razón un baluarte ya no conecta con las emociones y sentimientos de sus semejantes.

Luis: ¿Se cree entonces el psicópata en posesión de la verdad?

Pedro : Efectivamente. Y hay más. La creencia en la posesión de la verdad absoluta, relacionada con la falta de sentimientos y emociones propias de la vida social, tiene a su vez que ver con la acumulación de poder que es al mismo tiempo la causa y la consecuencia de su incapacidad para la vida emocional y social.

Luis: Si la acumulación y el poder, son la causa del fracaso social en quien lo ejerce y en quienes lo padecen y de las alteraciones emocionales consiguientes, entonces habría que vigilar con mucha atención, este asunto del poder.

Pedro: Sin embargo mira cómo sería la verdad que no va acompañada de acumulación y poder. Uno formula una verdad fruto de su pensamiento,con sus palabras y según su lógica personal, y su oponente puesto que es un individuo radicalmente diferente, formula otra verdad fruto de otra lógica personal y utiliza otras palabras para formular su verdad. Tenemos que en la práctica cada uno formula verdades diferentes o una misma verdad con matices diferentes que en realidad ya no es la misma verdad.

Luis: Efectivamente este tipo de verdad relativa es muy diferente a la verdad absoluta.

Pedro: Pero la verdad relativa sólo puede darse cuando no hay acumulación de poder. Cuando alguien acumula poder de la misma manera que no comparte los bienes, tampoco comparte la verdad. La verdad se hace absoluta y el pensamiento único.

Luis: Si no entiendo mal, algo totalmente contrario a la democracia.

Pedro: Por supuesto. La democracia se basa precisamente en la verdad relativa y la dictadura de la verdad absoluta.

Luis: Veo que lo que dices prácticamente es un corolario de lo dicho anteriormente. La verdad sólo puede ser entendida en el marco de lo social.

Pedro Efectivamente. Cuando se habla de razón absoluta o verdad absoluta no puede ser una verdad elaborada con pensamientos individuales y por tanto diferentes y diferenciados. En este caso no podría ser formulada por ningún ser humano ni grupo de seres humanos.

Luis: Pero insisto en comprender por qué entonces los seres humanos estamos tan necesitados de verdades absolutas.

Pedro. En realidad no estamos necesitados de verdades absolutas, estamos necesitados de la verdad, pero no importa que ésta sea relativa. En este caso hablamos de búsqueda de la verdad y entendemos por verdad la aproximación a un acuerdo previo de tipo relacional. Con otras palabras, estamos necesitados de relación social y ya hemos hablado de la necesidad de sentir emociones positivas, es decir, de sentirnos socialmente relacionados. La razón y la verdad son individuales pero ello no nos exime de tener necesidad de relación social. Sólo el psicópata que como hemos dicho no está conectado a sus semejantes mediante buenas emociones no tiene necesidad de relación social. Está atrapado en su ambición, en su acumulación, en su poder, en su razón y en su verdad.

Luis: ¿ La búsqueda de verdad viene propiciada entonces por la necesidad de la relación social?

Pedro: Efectivamente. Pero observa que para que haya relación social la verdad ha de ser relativa, hay que aceptar la parte de verdad que tiene cada cual. De lo contrario no puede haber relación social si la verdad la acumula una persona o un grupo de personas.

Luis Entonces si no he entendido mal la verdad de la que hablas es una verdad producto de todas las verdades individuales

Pedro: Así es. La esencia de la sociabilidad está en el acuerdo y si se quiere expresar desde el punto de vista emocional en la concordia.

Luis . Entiendo entonces que la está relacionada con el compromiso, con la fidelidad a un acuerdo previo que posibilita la convivencia.

Pedro Así es.

Luis Pero yo siempre he entendido la verdad como aproximación a una realidad objetiva existente con independencia de observador. Y también la verdad como el reconocimiento de una realidad que ha acontecido y la mentira como su ocultación. Por ultimo de siempre he aprendido que la verdad aparece como una adecuación del lenguaje a lo observado, es decir como una descripción fiel, correcta, no distorsionada de las cosas.

Pedro. La verdad tiene que ver con todo lo que acabas de comentar: aproximación a la realidad objetiva, su no ocultación y su correcta descripción. Se trata de la verdad lógica, de carácter científico. Por el contrario la única realidad objetiva de carácter social es el acuerdo. No existe una sociedad única. Tampoco un acuerdo único posible. Más aún, la sociedad humana, aunque tenga una base biológica y una herencia animal, debido al desarrollo del pensamiento y el habla, se autoconstruye contínuamente mediante acuerdos.

Luis: ¿ Y son los acuerdos únicamente los que sustentan la verdad? ¿La única verdad de tipo absoluto, que al mismo tiempo es relativa, es el acuerdo humano?

Pedro : Así es. Pero para que ese acuerdo sea duradero debe basarse en mecanismos de equilibrio tales como la justicia. La verdad estaría así relacionada con el mantenimiento de dicho equilibrio y la mentira con su destrucción. La búsqueda de la verdad es sinónimo de búsqueda del equilibrio social.

Luis: ¿Qué quieres decir con eso de que la sociedad humana se autoconstruye?

Pedro: Quiero decir que la sociedad humana, este es el cambio cualitativo al que esta sometido el ser humano en la evolución de las especies, tiene infinitas posibilidades de construcción y lo que es lo mismo, una sociedad humana determinada la construyen sus propios miembros con la única herramienta posible: el acuerdo. Con el acuerdo viene la concordia, una serie de emociones que lo mantendrán en el tiempo. Si desaparecen esas emociones desaparecerá el acuerdo y si desaparece el acuerdo desaparecerán las emociones que lo hacen posible.

Luis Quieres decir que los acuerdos no se mantienen por sí mismos

Pedro: Efectivamente, no existe fuerza alguna en el acuerdo como un resultado de la lógica o como algo racional sino como un resultado ligado a lo emocional. Con otras palabras son las personas las que hacen, mantienen y deshacen los acuerdos. Unos resultan fugaces y otros más permanentes en el tiempo, pero igualmente temporales a la larga. A su vez la concordia ayuda a establecer acuerdos duraderos.

Luis: Con esta definición de la verdad como acuerdo social no puede existir una verdad absoluta.

Pedro De nuevo hay que decir que si existe una verdad absoluta el ser humano no podría comprenderla ni alcanzarla. Por tanto debemos conformarnos con el tipo de verdad que nos es posible alcanzar, la que creamos en cuanto seres humanos. Sus características son las mismas que las de la verdad absoluta por cuanto el acuerdo no puede ser desfigurado, ocultado o sustituido por una mentira sin sufrir daño la sociedad y el individuo.

Luis: Pero una verdad elaborada por un grupo humano que no es absoluta no será aceptada nunca por otro grupo humano.

Pedro ¿ Acaso sucede otra cosa en la sociedad humana? ¿No tiene cada familia, cada nación, cada religión y cada cultura sus verdades? ¿ Por qué sino son impuestas por la fuerza? Precisamente porque no son universales.

Luis: ¿ Y no son impuestas por la fuerza precisamente porque es necesaria una única verdad a ser posible universal?

Pedro: La fuerza nada tiene que ver con la verdad. La verdad se basa en el acuerdo y la fuerza es lo opuesto al acuerdo. La imposición de la verdad por la fuerza aleja la posibilidad del acuerdo y por tanto de alcanzar la verdad. En realidad la fuerza indica el nivel de la falta de acuerdo y de la falta de sociabilidad. Por ello hemos dicho que el poder, en cuanto acumulación crea una fuerza que es contraria a la justicia y a la verdad.

Luis: Antes hemos hablado de que las emociones indican la radical unidad del ser humano. ¿ Por qué decimos ahora que cada ser humano o grupo de seres humanos tiene su particular verdad, aunque se base en un acuerdo?

Pedro: En teoría podría haber una emoción que alcanzara a toda la especie humana pero en la práctica eso no existe. No existe una verdad universal sino la que se crean a través de la concordia y el acuerdo. Ni siquiera el miedo o el amor que son emociones universales son las mismas en todos y cada uno de los individuos. En el amor anida la concordia y en la concordia el acuerdo mutuo continuamente renovado.

Luis:¿ Pero acaso no camina la especie humana hacia una confluencia? ¿ No podemos llamar a eso la verdad absoluta?

Pedro: No, por la simple razón de que es el ser humano quien la crea y un ser finito no puede crear una realidad infinita.

Luis : Tengo que reconocer que no había pensado nunca que si queremos participar todos de la misma verdad la debemos construir a partir de las verdades individuales y que será más universal cuanto mayor sea el acuerdo alcanzado. Si he entendido bien mientras no construyamos la verdad viviendo equilibrados desde el punto de vista social, desterrando las emociones destructivas, ésta no existirá.

Pedro: De este modo es fácil entender que nadie puede imponer la verdad pues en ese caso ya no sería la verdad al no existir el acuerdo sino la imposición por la fuerza. Y además la verdad relativa aparece como un poderoso instrumento de adaptación social y también al medio cambiante, de lo que estamos tan necesitados. Lo contrario también es cierto que la creencia en la verdad absoluta dificulta los acuerdos incluido un acuerdo universal.

Luis: Ahora que tenemos claro que no existe ni la razón absoluta ni la verdad absoluta me surge la siguiente pregunta: ¿ Cómo es posible que existan emociones encontradas hasta el punto de surgir la violencia entre dos personas?

Pedro: La violencia surge como consecuencia de creer que la otra persona puede hacerte daño.

Luis: ¿ Es ésta la única causa de la violencia porque ciertamente existe mucha violencia en el mundo?

Pedro: Esta es la única causa de la violencia, lo que ocurre es que tanto en la búsqueda de la adaptación social como en la pérdida del equilibrio hay conductas que son interpretadas erróneamente acerca del daño que pudiera hacernos nuestro interlocutor social.

Luis: Pero hay estallidos de violencia entre personas, grupos o naciones que ni siquiera llegan a la conciencia. De hecho se toma conciencia después de haber cometido tales actos de violencia.

Pedro: Sí, pero eso lo que indica es que el temor a recibir un daño es en gran parte inconsciente. El inconsciente es la sede de las emociones hasta que éstas consiguen expresarse.

Luis: Me asusta el concepto de inconsciente. pues como el concepto de trascendencia del que hemos hablado traslada el origen de nuestra conducta a un plano en el que no tenemos control sobre la misma. Es como si el origen de muchas conductas y especialmente las conductas violentas estuvieran fuera de nuestro control.

Pedro: Y no puede ser de otra manera. Por eso los conflictos hasta cierto punto no pueden ser evitados y a su vez depende de cómo resolvamos los conflictos que sí podamos evitarlos.

Luis: Difícil tarea la que compete al ser humano.

Pedro: Ciertamente difícil. Nadie puede volver al pasado, tampoco puede conocer el futuro, así pues depende de cómo resolvamos nuestros conflictos que siga habiéndolos o que no los haya.

Luis: Esto obliga por ejemplo a ser sinceros.

Pedro: Esto obliga a muchas cosas de las que hemos hablado como la búsqueda de la verdad, el ejercicio de la justicia, el ejercicio de la concordia, la experimentación de la confianza, y en último término el ejercicio del amor. Pero efectivamente hay que ser sinceros para que nuestra interacción social tenga los menos conflictos posibles y los pactos más duraderos.

Luís: ¿Nunca un pacto va a durar toda la vida?

Pedro: Nunca

Luis: Ni siquiera un pacto por amor.

Pedro: El pacto por amor será duradero si se van resolviendo los conflictos que se producen entre las personas individuales que se aman.

Luis: ¿ No nos deja ésto, una vez más, al arbitrio de fuerzas superiores al ser humano?

Pedro: Sí y no. Llamamos amor, además de al enamoramiento que orienta a ello, al conjunto de conductas que permiten mantenerse unidos sin violencia.

Luis: Es difícil que en un momento de cambio social no ejerzamos algún tipo de violencia o ,como tú mismo has dicho antes, que no reaccionemos violentamente al miedo a ser agredidos o a que se nos cause daño.

Pedro: Es difícil, pero siempre estarán mas preparados quienes se ejercitado en ese elenco de virtudes que hemos nombrado que siempre se han considerado virtudes para la convivencia. Por ello hay una cosa que fundamental para que la relación humana se mantenga sin violencia o alcance la armonía en caso de desequilibrio, trabajar por quienes nos rodean en intensidad y extensión hasta donde llegue la capacidad de hacerlo.

Luis: Ahora me doy cuenta de la fuerza de lo social y del tiempo que perdemos en consumir de manera aislada. Lo importante en el ser humano es que existan buenas emociones y una buena relación social y pasamos nuestro tiempo consumiendo cosas que cuanto menos son secundarias.

Pedro: El consumismo individual es una forma de acumulación. El consumo grupal es el que ahorra mas recursos , resulta más barato y el que mejor nos entrena en el empleo de las emociones para la convivencia.

Luis: Y sin embargo, ahora soy consciente, de lo poco que sabemos sobre ellas.

Pedro: Así es.

Luis: Seguiría hablando a cerca de muchos de los temas que han ido surgiendo a través de esta conversación, pero es tarde y me tengo que ir. Aquí te dejo mis preguntas para otra ocasión: ¿ Cuál es la relación existente entre instinto y emoción? ¿ Pueden los instintos ser cambiados por la interacción social y con qué finalidad? ¿ Cuándo las emociones se convierten en destructivas ? ¿ Cómo se alcanza el equilibrio social? Y finalmente esa pregunta que te hecho en el discurrir de este diálogo que tú mismo has dejado para otra ocasión ¿Desadapta socialmente el poder a quien lo ejerce?.

Pedro: Sigo a tu disposición para cuando quieras.

Luis: Te agradezco mucho que me hayas prestado tu atención. Como bien has dicho al principio de la conversación, el diálogo permite que el pensamiento fluya y se desarrolle.

Pedro: En este caso el diálogo ha sido posible porque entre tú y yo existen emociones positivas. Hay concordia, amistad y nuestra relación está en equilibrio. En esta situación crece pensamiento y el acuerdo por la propia dinámica de la relación social.

(c) Rafael Rodrigo Navarro. Del libro:  Diálogos socráticos en el siglo XXI.